Científicos de la Universidad McGill han descubierto que los cambios en la cobertura de nubes atenúan ligeramente el calentamiento global. Aunque los gases de efecto invernadero siguen provocando un aumento de las temperaturas, una reducción de la cobertura de nubes bajas cerca del suelo ha causado una leve disminución en la cantidad de calor atrapado cerca de la superficie.
"Emprendimos esta investigación para verificar, mediante observación, el impacto del aumento del efecto invernadero en la atmósfera terrestre", explica Yi Huang, profesor asociado del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas de la Universidad McGill y autor de un estudio recientemente publicado en la revista
Nature. "Efectivamente observamos este impacto, pero, sorprendentemente, también detectamos un efecto compensatorio de los cambios en la cobertura de nubes."
"Sin estos cambios en las nubes, la superficie terrestre se calentaría aún más rápido", explica Lei Liu, estudiante de pregrado en el Departamento de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas de la Universidad McGill y autor principal del estudio. "Este trabajo proporciona una verdad basada en la observación del impacto de las nubes en el calentamiento, que puede utilizarse para mejorar los modelos climáticos y guiar las políticas ambientales", añade.
El equipo descubrió este efecto sorprendente utilizando datos obtenidos con un importante instrumento de detección de radiación, el interferómetro para la medición de la radiación emitida por la atmósfera (AERI), combinado con información recopilada por satélite y modelos climáticos. El equipo también aplicó una técnica diseñada por Yi Huang y Lei Liu. Llamada "huella espectral óptima", esta técnica permite aislar el impacto de las nubes de otros procesos atmosféricos.
El equipo de investigación se centró en la radiación de onda larga, es decir, la energía térmica que la Tierra emite a la atmósfera. Normalmente, las nubes bloquean parte de esta energía, lo que hace que se refleje de vuelta hacia el suelo. Sin embargo, en algunas regiones, el calentamiento global reduce la formación de nubes, lo que contribuye a disminuir el calor.
El Departamento de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas de McGill opera tres interferómetros AERI automatizados en Montreal y planea seguir utilizando sus datos, esenciales para comprender las dinámicas climáticas regionales y mejorar su modelización, según los investigadores.
"Nuestra investigación destaca la importancia de las observaciones climáticas precisas y a largo plazo", explica John Gyakum, coautor del estudio y profesor del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas. "Estas observaciones son cruciales para comprender la respuesta de la Tierra al calentamiento global y tomar decisiones informadas para las generaciones futuras."
Sin embargo, los científicos recuerdan que su descubrimiento no cuestiona en absoluto el calentamiento global.
"Es como un termostato que se ajusta ligeramente por sí mismo", ilustran. "Pero este ajuste no impide que la temperatura siga subiendo."
El estudio "Clouds reduce downwelling longwave radiation in a warming climate", de Lei Liu, Yi Huang y John R. Gyakum, fue publicado en la revista
Nature.
Este estudio fue financiado por las subvenciones del Consejo de Investigación en Ciencias Naturales e Ingeniería de Canadá (RGPIN-2019-04511) y de Medio Ambiente y Cambio Climático Canadá (EDF-CA-2021i022) otorgadas a Yi Huang como investigador principal.