La misión espacial franco-china
SVOM acaba de entrar en una nueva fase: después de nueve meses de pruebas, el satélite está oficialmente listo para funcionar a pleno rendimiento. ¿Su objetivo principal? Observar los eventos más poderosos del Universo: los estallidos gamma.
Un proyecto nacido de la cooperación internacional
SVOM es el fruto de una asociación entre Francia y China, a través de sus agencias espaciales (el
CNES por parte francesa y la
CNSA por parte china), así como de organismos de investigación como el
CEA y el
CNRS. Este proyecto busca comprender mejor el Universo estudiando gigantescas explosiones de estrellas muy lejanas.
El satélite fue lanzado en junio de 2024 desde China. Durante varios meses se realizó una fase de verificación para asegurar el correcto funcionamiento del satélite, sus instrumentos y los centros de control. A principios de 2025, los resultados fueron considerados excelentes y SVOM fue declarado operativo por al menos tres años.
Resultados ya impresionantes
Desde su puesta en servicio, SVOM ha detectado
más de 100 estallidos gamma. Estos fenómenos liberan una energía colosal en pocos segundos —¡a veces menos! Uno de ellos, observado en marzo de 2025, resultó ser el tercero más lejano jamás detectado. Ocurrió
cuando el Universo tenía solo 729 millones de años.
Otro estallido detectado en octubre de 2024 era tan prometedor que inmediatamente movilizó al
telescopio espacial James Webb para estudiarlo. Estos descubrimientos fueron celebrados durante el
Día del Espacio de China en Shanghái.
¿Qué es un estallido gamma?
Un estallido gamma es un destello luminoso ultrapoderoso que ocurre durante eventos extremos, como la colisión de dos estrellas de neutrones o la explosión de una estrella gigante. Aunque son muy breves (a veces unos milisegundos), estos destellos atraviesan el Universo durante miles de millones de años luz. Al estudiarlos, los científicos pueden aprender mucho sobre la historia y evolución de nuestro cosmos.
Pero estos eventos son muy difíciles de captar porque son raros y efímeros. Afortunadamente, SVOM está especialmente diseñado para ello.
Un satélite equipado para no perderse nada
SVOM lleva
cuatro instrumentos científicos, dos franceses y dos chinos, que se complementan para detectar y analizar los estallidos gamma:
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ECLAIRs (Francia): un telescopio de gran campo de visión, capaz de localizar estallidos en rayos X y gamma.
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MXT (Francia): un telescopio para enfocar la zona afectada y analizar los rayos X.
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GRM y
VT (China): otros instrumentos complementarios para afinar las observaciones.
Cuando ECLAIRs detecta un estallido, el satélite gira en pocos minutos para apuntar todos sus instrumentos hacia la fuente. La información de localización se envía a tierra en menos de un minuto gracias a una red de antenas distribuidas alrededor del ecuador. En Francia y China, dos centros de vigilancia reciben estos datos y coordinan las observaciones terrestres.
Así pueden alertar a grandes telescopios terrestres o espaciales para que orienten rápidamente sus instrumentos en la dirección correcta. Entre ellos, el telescopio rápido franco-mexicano
COLIBRI, especialmente diseñado para la misión, juega un papel valioso en este dispositivo.