La superficie helada de Europa, una de las lunas de Júpiter, atrae la atención de los científicos. Se han detectado compuestos como dióxido de carbono y sal, lo que sugiere que podría existir un océano oculto bajo esta gruesa capa de hielo.
Las últimas observaciones del telescopio Webb confirman que el hielo de Europa no está estático. Sufre transformaciones constantes debido a las partículas provenientes del espacio. Estos hallazgos se basan en experimentos de laboratorio, publicados en The Planetary Science Journal.
La superficie de Europa muestra signos de actividad geológica, con sal y dióxido de carbono que podrían proceder de un océano subterráneo. Crédito: NASA/ESA/K. Retherford/SWRI
El Dr. Ujjwal Raut y su equipo reprodujeron estas condiciones extremas para entender cómo se transforma el hielo. Estos trabajos confirman las observaciones del telescopio Webb: el hielo cambia entre formas cristalinas y amorfas. Esto podría indicar una actividad interna más intensa de lo que se pensaba.
Una zona llamada Tara Regio llama especialmente la atención. Presenta una composición química inusual con sal y dióxido de carbono. Estos elementos podrían ascender desde un océano enterrado bajo la superficie, reforzando la idea de un mundo potencialmente habitable.
Los científicos también han identificado un isótopo de carbono en esta región: el 13CO₂. Su presencia indicaría un origen interno y apoyaría la hipótesis de un océano subglacial. Esto intriga mucho a los investigadores, que esperan desvelar los secretos de Europa.
Estudiar la superficie de Europa permite aprender más sobre las posibilidades de encontrar formas de vida. Esta luna de Júpiter es uno de los mejores lugares para buscar signos de vida más allá de la Tierra, lo que la convierte en un objetivo prioritario para futuras misiones espaciales.
¿Qué es el hielo amorfo?
El hielo amorfo es una forma de hielo que no posee la estructura ordenada del hielo cristalino que conocemos en la Tierra. Se forma en condiciones extremas, como las del espacio, bajo el efecto de radiaciones intensas.
A diferencia del hielo cristalino, donde las moléculas de agua están ordenadas de manera regular, el hielo amorfo presenta una estructura desordenada. Esta particularidad le confiere propiedades físicas y químicas únicas.
En Europa, el hielo amorfo se produce principalmente por el bombardeo constante de partículas cargadas provenientes del campo magnético de Júpiter. Estas partículas rompen la estructura ordenada del hielo, dándole su aspecto amorfo.