El fenómeno meteorológico responsable, conocido como 'cúpula de calor', es especialmente preocupante. Se forma cuando un área de alta presión atmosférica atrapa aire caliente, similar a una tapa sobre una olla. Esta situación puede durar varios días, incluso semanas, exacerbando las temperaturas ya elevadas.
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Los meteorólogos alertan sobre temperaturas que podrían acercarse a los 40 grados Celsius en algunas regiones. Ciudades como Denver, Washington y Nueva York podrían experimentar varios días consecutivos de calor extremo. La alta humedad hará que estas condiciones sean aún más difíciles de soportar, aumentando los riesgos para la salud.
Las autoridades advierten sobre los peligros para las personas sin acceso a sistemas de enfriamiento eficaces o a una hidratación adecuada. Las actividades prolongadas al aire libre son particularmente riesgosas. Las noches más cálidas que el promedio no permitirán un respiro necesario, agravando la situación.
Esta ola de calor se enmarca en una tendencia más amplia de calentamiento global. Los eventos meteorológicos extremos, como este, se están volviendo más frecuentes e intensos. Aunque es difícil atribuir un evento específico al cambio climático, los científicos esperan un aumento de estos fenómenos.
Los últimos años han batido récords de temperaturas globales, y 2025 no es la excepción. Esta tendencia subraya la urgencia de actuar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a las nuevas realidades climáticas.
¿Qué es una cúpula de calor?
Una cúpula de calor es un fenómeno meteorológico en el que un área de alta presión atmosférica atrapa aire caliente debajo. Esto crea condiciones similares a un horno, con temperaturas que se disparan y permanecen altas durante días.
La formación de una cúpula de calor a menudo está relacionada con patrones de circulación atmosférica específicos. Estos patrones pueden bloquear sistemas meteorológicos más frescos, impidiendo así la disipación del calor. El resultado es una acumulación de calor que puede volverse peligrosa.
Las cúpulas de calor pueden tener impactos significativos en la salud humana, la agricultura y las infraestructuras. También aumentan la demanda de energía para el aire acondicionado, lo que puede provocar apagones y otros problemas.
Entender estos fenómenos es crucial para desarrollar estrategias de adaptación y mitigación, especialmente en una época de calentamiento global.