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🔭 Esta observación sugiere que todo podría venir del cinturón de asteroides
Publicado por Adrien, Fuente:Nature Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Situada a 1300 años luz, una estrella naciente llamada HOPS-315 ofrece una ventana única a los primeros instantes de la formación planetaria.
Gracias a los telescopios James Webb y ALMA, los científicos han observado por primera vez la condensación de minerales calientes alrededor de esta estrella. Estos cristales, compuestos principalmente de monóxido de silicio, marcan el inicio de la creación de los futuros planetas. Este descubrimiento recuerda las condiciones que presidieron el nacimiento de nuestro propio Sistema Solar.
Representación artística de la condensación del monóxido de silicio en silicatos sólidos alrededor de HOPS-315. Las observaciones de ALMA complementan los datos del James Webb para entender este proceso. Crédito: ESO/L. Calçada/ALMA(ESO/NAOJ/NRAO)/M. McClure et al.
El equipo internacional detrás de este descubrimiento utilizó datos combinados de dos de los observatorios más potentes. El telescopio espacial James Webb identificó la presencia de monóxido de silicio gaseoso, mientras que ALMA permitió localizar con precisión estas señales en el disco protoplanetario.
Estas observaciones sugieren que los primeros sólidos se forman en una zona equivalente a la del cinturón de asteroides en nuestro Sistema Solar, lo que podría llevarnos a reconsiderar el origen y el papel de nuestro propio cinturón de asteroides en la historia de nuestro sistema solar.
Los investigadores comparan HOPS-315 con un 'bebé Sol', ofreciendo una visión de cómo era nuestra estrella en sus primeros días. Los minerales observados son similares a los encontrados en los meteoritos más antiguos de nuestro Sistema Solar. Esta similitud refuerza la idea de que los procesos de formación planetaria son universales.
Este estudio, publicado en Nature, abre nuevas perspectivas sobre la comprensión de la formación de los planetas. Muestra cómo las tecnologías punteras en astronomía permiten retroceder en el tiempo para observar los orígenes de los sistemas planetarios. HOPS-315 sirve ahora como modelo para estudiar las primeras etapas de la formación de planetas en el Universo.
¿Cómo los minerales calientes se convierten en planetas?
El proceso comienza con la condensación de gases calientes en diminutos cristales sólidos. Estos cristales, principalmente de monóxido de silicio, se aglomeran progresivamente para formar granos de polvo más grandes.
Con el tiempo, estos granos se ensamblan por efecto de la gravedad, creando cuerpos cada vez más masivos. Estos cúmulos terminan convirtiéndose en planetesimales, los bloques básicos de los futuros planetas.
En el caso de HOPS-315, las observaciones muestran que este proceso está en curso. Los científicos estiman que estos minerales podrían algún día formar planetas rocosos similares a la Tierra.
¿Por qué HOPS-315 es tan especial?
HOPS-315 es una estrella muy joven, aún en fase de formación. Representa una oportunidad rara para estudiar las condiciones que prevalecían durante el nacimiento de nuestro propio Sistema Solar.
Los discos protoplanetarios como el de HOPS-315 son laboratorios naturales para entender la formación de planetas. Contienen todos los ingredientes necesarios para la creación de nuevos mundos.
La relativa proximidad de HOPS-315, a 1300 años luz, permite a los telescopios modernos estudiarla en detalle. Esto la convierte en un objeto de estudio privilegiado para los astrónomos.