🎶 Los lenguajes humanos y los cantos de aves siguen una misma regla universal

Publicado por Cédric,
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: PLOS Computational Biology
Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Una extraña regla matemática organiza las palabras de todos los idiomas humanos. Un estudio reciente revela que las aves también parecen seguir esta lógica.

Desde hace décadas, los lingüistas observan que las palabras más utilizadas en un idioma son también las más cortas. Este principio, conocido como la ley de abreviación de Zipf, permite una comunicación más rápida y eficiente. Hasta ahora, se pensaba que esta regla era exclusiva de la especie humana. Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista PLOS Computational Biology revela que los cantos de aves también respetan esta tendencia. Las notas más frecuentes son significativamente más breves, mientras que los sonidos raros se extienden en el tiempo.



Una ley universal de comunicación


Los investigadores de la Universidad de Manchester y del zoológico de Chester analizaron más de 600 cantos de siete especies diferentes. Su método innovador, basado en una herramienta informática llamada ZLAvian, permitió medir la relación entre la frecuencia y la duración de las notas. A diferencia de estudios anteriores, este enfoque se centra en los individuos en lugar de las poblaciones, revelando así patrones ocultos.

Los resultados muestran que, aunque cada especie presenta variaciones, surge una tendencia general: los sonidos más utilizados son más cortos. Esta observación sugiere que la ley de Zipf no es una invención humana, sino un principio de optimización presente en la naturaleza. Las aves, al igual que los humanos, parecen minimizar el esfuerzo necesario para comunicarse, privilegiando la brevedad para los elementos más importantes.

El estudio también destaca los desafíos metodológicos encontrados. Los repertorios sonoros de las aves son mucho menos variados que los de los humanos, y las diferencias individuales complican el análisis. Sin embargo, al combinar datos de varias especies, los científicos pudieron identificar una regularidad estadística significativa, confirmando la hipótesis de una regla compartida.

Similitudes biológicas y cognitivas


Las aves y los humanos comparten estructuras cerebrales y genes implicados en el aprendizaje de la comunicación. Esta proximidad biológica podría explicar por qué ambos grupos siguen principios similares para optimizar sus intercambios. La ley de Zipf, al reducir la longitud de los sonidos frecuentes, permite ahorrar tiempo y energía, una ventaja evolutiva innegable.

Otros animales, como las ballenas jorobadas o los pingüinos africanos, también presentan patrones de comunicación eficientes. Estos descubrimientos refuerzan la idea de que la eficiencia es un motor universal en la evolución de los sistemas de comunicación. Los investigadores esperan que su herramienta, ZLAvian, facilite el estudio de estos fenómenos en otras especies, ampliando así nuestra comprensión de los lenguajes animales.

La identificación de estas reglas comunes abre nuevas perspectivas. Invita a repensar la frontera entre la comunicación humana y animal, y a explorar los mecanismos cognitivos que subyacen a estas similitudes. Los cantos de aves, lejos de ser simples melodías, bien podrían reflejar una lógica matemática y biológica mucho más profunda.

Para profundizar: ¿Qué es la ley de abreviación de Zipf?


Formulada en la década de 1930 por el lingüista George Kingsley Zipf, esta ley observa que las palabras más frecuentes en un idioma suelen ser las más cortas. Por ejemplo, en español, "el", "de" o "y" son a la vez muy comunes y muy breves. Por el contrario, los términos raros, como "anticonstitucionalmente", suelen ser largos y complejos. Se observa, además, que cuando esto ya no es así, el ser humano cambia las cosas de manera natural en su lenguaje cotidiano: ¿quién no ha preferido la abreviatura "tele" a la palabra "televisión"?

Esta tendencia se explica por un principio de economía: los elementos más utilizados deben ser fáciles y rápidos de producir. George Kingsley Zipf demostró que esta regla se aplica a casi todos los idiomas humanos, independientemente de sus orígenes o estructuras. Refleja una optimización natural del lenguaje, favoreciendo la eficiencia de la comunicación.

Las investigaciones recientes sugieren que esta ley no se limita a los humanos. Estudios sobre cantos de aves, vocalizaciones de pingüinos o incluso cantos de ballenas revelan patrones similares. Esto indica que la ley de Zipf podría ser un principio universal, moldeando los sistemas de comunicación mucho más allá de nuestra especie.
Página generada en 0.376 segundo(s) - alojado por Contabo
Acerca de - Aviso Legal - Contacto
Versión francesa | Versión inglesa | Versión alemana | Versión portuguesa