💧 Marte escondería inmensos reservorios de agua donde no se espera encontrarlos

Publicado por Adrien,
Fuente: Nature Communications
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El planeta Marte continúa revelando misterios intrigantes, particularmente la presencia potencial de hielo enterrado en sus regiones ecuatoriales, una zona donde no se esperaría encontrar tales reservas.

Observaciones recientes de las sondas espaciales Mars Odyssey y ExoMars Trace Gas Orbiter han detectado altas concentraciones de hidrógeno cerca de la superficie en las zonas ecuatoriales marcianas. Estas señales podrían indicar la presencia de hielo de agua preservado bajo capas de polvo o restos volcánicos. A diferencia de las capas polares bien documentadas, este hielo ecuatorial plantea preguntas sobre su origen y persistencia en un entorno donde las condiciones de superficie son normalmente desfavorables para su conservación.


Hielo de agua detectado cerca de la formación Medusae Fossae en el ecuador marciano, observado por la sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea
Crédito: Planetary Science Institute/Smithsonian Institution

Los investigadores han desarrollado modelos climáticos para simular las erupciones volcánicas explosivas que marcaron la historia antigua de Marte, entre 4,1 y 3 mil millones de años. Sus simulaciones revelan que una sola erupción de tres días podía proyectar enormes cantidades de vapor de agua a la alta atmósfera. Este vapor, al enfrentarse a las temperaturas glaciales de la atmósfera marciana, se habría condensado luego en partículas de hielo y caído al suelo, formando depósitos que podían alcanzar cinco metros de espesor alrededor de los volcanes.

Saira Hamid, científica planetaria de la Universidad Estatal de Arizona y autora principal del estudio, destaca que erupciones repetidas durante millones de años podrían haber acumulado cantidades considerables de hielo mezclado con cenizas volcánicas. Estos depósitos bajo una capa protectora explicarían las señales de hidrógeno detectadas. Sin embargo, precisa que estas señales también podrían provenir de minerales hidratados, requiriendo investigaciones complementarias.

Las erupciones volcánicas antiguas también inyectaron ácido sulfúrico en la atmósfera marciana, creando aerosoles que reflejaban la luz solar. Este fenómeno habría provocado un enfriamiento global del planeta, prolongando los períodos fríos favorables a la acumulación de hielo. Paralelamente, el calor y los compuestos químicos liberados por el vulcanismo podrían haber creado entornos temporalmente habitables, abriendo perspectivas para la búsqueda de rastros de vida pasada.

El descubrimiento de estos reservorios helados tendría implicaciones mayores para la exploración humana futura. Las regiones volcánicas ecuatoriales podrían convertirse en objetivos prioritarios para las misiones tripuladas, ofreciendo tanto recursos de agua como sitios potenciales para la búsqueda de indicios biológicos. Estos trabajos abren nuevas pistas para comprender la evolución climática de Marte y localizar las zonas más prometedoras para las investigaciones venideras.

El vulcanismo explosivo marciano


El vulcanismo explosivo en Marte difiere fundamentalmente de las erupciones efusivas que se observan en la Tierra. Estos eventos cataclísmicos ocurrían cuando el magma rico en gases encontraba napas freáticas o bolsas de agua subterráneas, generando explosiones violentas que proyectaban materiales a decenas de kilómetros de altitud.

A diferencia de volcanes como el Olympus Mons que liberan lentamente coladas de lava, los volcanes explosivos marcianos creaban penachos eruptivos masivos capaces de inyectar enormes cantidades de cenizas y gases en la atmósfera. Estas partículas finas podían permanecer en suspensión durante meses, modificando radicalmente el albedo del planeta y su balance térmico.

La actividad volcánica explosiva era particularmente intensa durante el eón Noeico, hace más de 3,5 mil millones de años, cuando el interior de Marte estaba aún muy caliente y el agua líquida era más abundante en superficie. Las calderas de estos antiguos supervolcanes marcianos presentan diámetros que pueden alcanzar varios cientos de kilómetros, atestiguando la magnitud fenomenal de estos eventos.

Los depósitos de cenizas provenientes de estas erupciones forman hoy capas sedimentarias que preservan un registro único de la historia geológica y climática del planeta rojo. El estudio de estas formaciones permite reconstituir las condiciones ambientales que reinaban en las épocas donde Marte era potencialmente habitable.

La preservación del hielo en Marte


La conservación del hielo de agua en Marte representa un delicado equilibrio entre las condiciones atmosféricas, la insolación y las propiedades aislantes del suelo. En las regiones ecuatoriales donde las temperaturas pueden superar 20°C durante el día, el hielo expuesto en superficie se sublima directamente en vapor de agua sin pasar por la fase líquida, debido a la baja presión atmosférica.

El secreto de la preservación reside en la formación de una capa aislante protectora. Las caídas de cenizas volcánicas, los depósitos de polvo o los derrubios rocosos crean una barrera térmica que impide que las variaciones de temperatura alcancen el hielo subyacente. Este aislamiento puede mantener el hielo estable durante miles de millones de años, incluso bajo latitudes normalmente demasiado cálidas.

La microestructura del regolito marciano juega también un papel crucial. Los suelos ricos en percloratos forman estructuras porosas que atrapan el vapor de agua y facilitan su condensación en hielo durante las noches frías. Estos procesos crean ciclos diurnos donde el agua cambia de estado sin perderse en la atmósfera.

Los modelos climáticos muestran que ligeras variaciones de la oblicuidad de Marte - la inclinación de su eje de rotación - pueden modificar considerablemente la distribución del hielo. Durante los períodos de fuerte inclinación, el hielo de los polos migra hacia las regiones ecuatoriales, donde puede quedar atrapado y preservado bajo capas protectoras hasta el ciclo siguiente.