El planeta Marte continúa revelando misterios intrigantes, particularmente la presencia potencial de hielo enterrado en sus regiones ecuatoriales, una zona donde no se esperarÃa encontrar tales reservas.
Observaciones recientes de las sondas espaciales Mars Odyssey y ExoMars Trace Gas Orbiter han detectado altas concentraciones de hidrógeno cerca de la superficie en las zonas ecuatoriales marcianas. Estas señales podrÃan indicar la presencia de hielo de agua preservado bajo capas de polvo o restos volcánicos. A diferencia de las capas polares bien documentadas, este hielo ecuatorial plantea preguntas sobre su origen y persistencia en un entorno donde las condiciones de superficie son normalmente desfavorables para su conservación.
Los investigadores han desarrollado modelos climáticos para simular las erupciones volcánicas explosivas que marcaron la historia antigua de Marte, entre 4,1 y 3 mil millones de años. Sus simulaciones revelan que una sola erupción de tres dÃas podÃa proyectar enormes cantidades de vapor de agua a la alta atmósfera. Este vapor, al enfrentarse a las temperaturas glaciales de la atmósfera marciana, se habrÃa condensado luego en partÃculas de hielo y caÃdo al suelo, formando depósitos que podÃan alcanzar cinco metros de espesor alrededor de los volcanes.
El descubrimiento de estos reservorios helados tendrÃa implicaciones mayores para la exploración humana futura. Las regiones volcánicas ecuatoriales podrÃan convertirse en objetivos prioritarios para las misiones tripuladas, ofreciendo tanto recursos de agua como sitios potenciales para la búsqueda de indicios biológicos. Estos trabajos abren nuevas pistas para comprender la evolución climática de Marte y localizar las zonas más prometedoras para las investigaciones venideras.
El vulcanismo explosivo marciano
El vulcanismo explosivo en Marte difiere fundamentalmente de las erupciones efusivas que se observan en la Tierra. Estos eventos cataclÃsmicos ocurrÃan cuando el magma rico en gases encontraba napas freáticas o bolsas de agua subterráneas, generando explosiones violentas que proyectaban materiales a decenas de kilómetros de altitud.
La actividad volcánica explosiva era particularmente intensa durante el eón Noeico, hace más de 3,5 mil millones de años, cuando el interior de Marte estaba aún muy caliente y el agua lÃquida era más abundante en superficie. Las calderas de estos antiguos supervolcanes marcianos presentan diámetros que pueden alcanzar varios cientos de kilómetros, atestiguando la magnitud fenomenal de estos eventos.
Los modelos climáticos muestran que ligeras variaciones de la oblicuidad de Marte - la inclinación de su eje de rotación - pueden modificar considerablemente la distribución del hielo. Durante los perÃodos de fuerte inclinación, el hielo de los polos migra hacia las regiones ecuatoriales, donde puede quedar atrapado y preservado bajo capas protectoras hasta el ciclo siguiente.