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🦖 Excepcional descubrimiento de más de 16 000 huellas de dinosaurio en Bolivia
Publicado por Cédric, Autor del artículo: Cédric DEPOND Fuente:PLOS One Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
A una altitud vertiginosa en los Andes bolivianos, el parque nacional de Torotoro esconde una página espectacular del Cretácico superior, congelada en forma de miles de huellas. Estas marcas ofrecen un retrato vivo de los desplazamientos de dinosaurios en un paisaje costero hoy irreconocible. Su abundancia y variedad transforman este lugar en un archivo a cielo abierto, único por su magnitud.
La reciente publicación en la revista PLOS One aporta un análisis de este sitio denominado Carreras Pampa. Los investigadores han documentado allí una densidad inigualada de huellas, estableciendo varios récords mundiales. Su trabajo no se limita a un simple inventario. Revela los comportamientos de estos animales, desde la marcha hasta la natación, capturados en el barro convertido en piedra. Este estudio posiciona a Bolivia como un polo mayor para la icnología, la ciencia que estudia las huellas fósiles.
A) Huellas tipo M5 en el sitio CP3. Nótese las ondulaciones en la superficie de la capa. B) La huella T32 presenta marcas muy profundas y surcos. El cordón sinuoso marca los surcos. C) Huellas profundas T22-2-25. D) Conjunto de cinco huellas muy profundas TS102. Las puntas de flecha blancas indican los surcos. E) Huella T22-126. Los dedos están marcados con los números II, III y IV. h = hallux. Las escalas en C y D son de 10 cm, y la escala en E es de 20 cm
Una autopista fósil del Cretácico
El examen minucioso permitió catalogar más de 16 000 huellas de terópodos, dinosaurios bípedos mayoritariamente carnívoros. Estas marcas se distribuyen en 9 sectores distintos y presentan una amplia gama de tamaños, desde trazas inferiores a 10 centímetros hasta huellas que superan los 30 centímetros de longitud. Esta diversidad da testimonio del paso de individuos de todas las edades y quizás de muchas especies diferentes en esta misma costa.
La organización espacial de las pistas es particularmente elocuente. La mayoría de ellas siguen una orientación noroeste/sureste, paralela a las ondulaciones de corriente fosilizadas en la roca. Esta configuración indica que los animales se desplazaban principalmente a lo largo de la línea de costa. Los movimientos eran sin embargo bidireccionales, lo que descarta la hipótesis de una migración estacional única. Los científicos evocan más bien idas y venidas regulares, indicando un eje de paso muy frecuentado.
La calidad de conservación es notable. Más allá de las simples huellas de pisada, los paleontólogos han identificado secuencias que muestran giros, aceleraciones y paradas. Algunas pistas rectilíneas se extienden a largas distancias, mientras que otras revelan marcas de deslizamientos o rozaduras de la cola. Esta riqueza permite reconstituir la dinámica de los desplazamientos con un nivel de detalle raro para un período tan remoto.
La natación, un comportamiento documentado
Uno de los aspectos más destacados de este estudio concierne al descubrimiento de más de 1 300 huellas interpretadas como trazas de natación. Estas marcas, formadas cuando los animales se propulsaban sobre un fondo fangoso en aguas poco profundas, a veces están aisladas o forman cortas pistas. Su análisis permite vislumbrar cómo estos terópodos interactuaban con el medio acuático, un comportamiento difícil de captar por otros medios.
Los investigadores observan modalidades de natación variables. Algunas secuencias muestran un espaciado regular entre las huellas, indicando que el animal tomaba un apoyo rítmico con sus dedos sobre el sustrato. Otras trazas, más esporádicas, parecen corresponder a toques puntuales, quizás en un agua ligeramente más profunda o durante un desplazamiento más amplio. Esta diferencia también podría explicarse por el tamaño de los animales, siendo los más grandes los que tocaban el fondo con mayor frecuencia.
Estas trazas acuáticas no implican que estos dinosaurios fueran nadadores especializados. Parecen haberse aventurado en el agua de manera oportunista, por una razón que sigue siendo desconocida. Esta documentación extendida es valiosa, ya que las pruebas directas de natación en dinosaurios son raras. Muestra que este comportamiento, anteriormente asociado a unas pocas especies como los espinosaurios, quizás estaba más extendido entre los terópodos en entornos costeros específicos.