📱 ¿Qué reflejos tener frente a un smartphone averiado?

Publicado por Adrien,
Fuente: CNRS INS2I
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Pantalla agrietada, batería agotada, fallos del software... ¿Qué haces: comprar uno nuevo o repararlo? Un amplio estudio permite comprender mejor nuestros reflejos frente a nuestros smartphones averiados.

¿Nunca has tenido un problema con tu teléfono móvil, como la rotura de un componente o un mal funcionamiento? ¿Cómo te adaptaste a este problema? ¿Te dieron ganas de renovar tu smartphone? Finalmente, ¿te has preguntado a cuántas personas les ocurre esto? Para responder a estas preguntas, unos científicos realizaron una encuesta a un panel de 1.000 franceses y francesas, representativos de una población de 50.000 personas.


Imagen de ilustración Pixabay

42%, es el porcentaje de usuarios que han experimentado fallos en su smartphone, incluso siendo reciente. Entre ellos, el 79% considera estos problemas como muy o bastante molestos. Sin embargo, la mayoría de estas personas lo utiliza desde hace menos de tres años. Los problemas reportados más frecuentes se deben mayoritariamente a la obsolescencia del software (aplicaciones, actualizaciones, sistema): batería que se agota demasiado rápido, falta de espacio de memoria en el teléfono, lentitud, fallos, pantallas dañadas o pantallas táctiles que responden mal. En uno de cada dos casos, estas averías ocurren durante el primer año de uso.

Este estudio pone de relieve una observación inesperada: contrario a lo que se podría creer, los problemas no necesariamente se acumulan con la edad del smartphone. A menudo aparecen muy pronto... y persisten después.

Pero, ¿nuestros teléfonos se reparan o son reparables? La encuesta revela que solo un tercio de los problemas encontrados se resuelven. Estas cifras se explican en el 42% de los casos por nuestra inacción frente al problema, o por intentos de reparación que fracasan. Los problemas relacionados con la pantalla o la batería son los que menos se reparan.

En cuanto a los problemas relacionados con el software, aunque más extendidos, a menudo son un poco más fáciles de corregir. Aunque las averías suelen considerarse molestas, muchos usuarios se adaptan a ellas durante mucho tiempo: más de 6 meses para la mayoría, a veces más de 2 años. Esto se explica por varias razones: querer alargar la vida útil del aparato, evitar gastar dinero o, para algunos, considerar que los problemas no son demasiado molestos en el día a día.

Sin embargo, también hay un desafío ecológico en juego: prolongar la vida útil de nuestros smartphones es esencial, porque su fabricación sigue siendo la principal fuente de su impacto ambiental. Tras esta encuesta, Samuel Huron, profesor titular en Telecom Paris y miembro del Instituto Interdisciplinario de la Innovación (I3 - CNRS/École polytechnique/Mines Paris PSL/Telecom Paris) y Marcos Serrano, profesor en la Universidad de Toulouse y miembro del IRIT, identifican así pistas para alargar la vida útil de nuestros dispositivos.

Por parte de los usuarios, se trata sobre todo de repensar nuestra forma de consumir, privilegiando la reparación en lugar de la compra de uno nuevo. El estudio subraya la responsabilidad de los diseñadores, desarrolladores y fabricantes en la búsqueda de soluciones; ellos son actores clave para limitar la obsolescencia del software y del hardware.

Los dos investigadores proponen así:
- Establecer una garantía para el software.
- Crear aplicaciones más ligeras, que consuman menos batería y menos red.
- Facilitar la limpieza y la gestión del espacio de almacenamiento para el usuario.
- Proponer ajustes para preservar las baterías.
- Hacer la reparación más accesible, tanto a nivel de hardware como de software.

Estas pistas podrían inspirar a los reguladores a comprometer a los industriales a tratar mejor estos problemas y ayudar a cada uno a mantener su smartphone durante más tiempo, sin sufrir inconvenientes en la vida diaria.
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