🪐 ¿Son Urano y Neptuno realmente gigantes de hielo? No es tan seguro

Publicado por Cédric,
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Astronomy & Astrophysics
Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
A miles de millones de kilómetros del Sol, Urano y Neptuno son los planetas más alejados de nuestro Sistema Solar. Catalogadas durante mucho tiempo como simples "gigantes de hielo", estos últimos podrían reservar una gran sorpresa.

Un modelado reciente, publicado en Astronomy & Astrophysics, propone una visión renovada de su arquitectura interna, suponiendo un predominio de materiales rocosos en lugar de helados. Esta perspectiva inesperada cuestiona los escenarios de formación planetaria y ofrece nuevas claves para comprender la diversidad de los mundos descubiertos alrededor de otras estrellas.


Según los investigadores, Urano podría ser un gigante de hielo (izquierda) o un gigante rocoso (derecha), dependiendo de las hipótesis del modelo.
Imagen: Keck Institute for Space Studies/Chuck Carter

La exploración de estos dos planetas aún se basa en gran medida en los datos recopilados por la sonda Voyager 2 durante sus breves sobrevuelos en la década de 1980. Los modelos elaborados desde entonces se basaban en la idea de un manto grueso de hielos de agua, amoníaco y metano, que envolvía un núcleo rocoso. Esta clasificación parecía lógica dada su distancia al Sol y las temperaturas reinantes en esas regiones lejanas. Sin embargo, la escasez de observaciones directas dejaba un margen de incertidumbre considerable en cuanto a su composición exacta.

Una nueva mirada al interior de los planetas


El equipo de investigadores de la Universidad de Zúrich adoptó una metodología innovadora para desentrañar estos secretos. En lugar de suponer una estructura rica en hielo, desarrollaron miles de modelos de interior "agnósticos", sin imponer ninguna composición predefinida. Estos modelos, generados de manera aleatoria pero físicamente coherentes, luego se confrontaron con los únicos datos observacionales disponibles, principalmente los campos gravitacionales medidos. Su objetivo era identificar las estructuras internas más plausibles.

Los resultados de estas simulaciones abren un abanico de posibilidades mucho más amplio de lo esperado. Las composiciones que mejor se ajustan a las observaciones no están necesariamente dominadas por el hielo. Por el contrario, podrían indicar una proporción de materiales rocosos significativamente mayor que la prevista en el modelo clásico. Los científicos subrayan que esta hipótesis de un interior más rocoso se había planteado hace varios años, pero que ahora encuentra un marco numérico sólido para respaldarse.

Esta reinterpretación se enmarca en una comprensión ampliada de los objetos del Sistema Solar externo. Se relaciona, en particular, con las observaciones de la misión New Horizons que revelaron que Plutón tiene una composición mayoritariamente rocosa. Parece, pues, plausible que los bloques elementales que formaron Urano y Neptuno fueran más ricos en silicatos y metales que en hielos volátiles, poniendo en duda la imagen de un entorno lejano dominado únicamente por la congelación.

Una clave para campos magnéticos caóticos


Uno de los misterios más persistentes sobre estos planetas radica en la naturaleza atípica de sus campos magnéticos. A diferencia del campo dipolar relativamente ordenado de la Tierra, los de Urano y Neptuno son complejos, multipolares y están fuertemente desplazados respecto al eje de rotación. Los nuevos modelos proporcionan una pista explicativa prometedora para estas singularidades.

La hipótesis planteada se basa en la existencia de capas de agua iónica situadas a diferentes profundidades en el interior de los planetas. Estas capas conductoras podrían albergar movimientos de convección, generando así dinamos magnéticas localizadas e independientes. La superposición de estas dinamos podría explicar la estructura multipolar y desordenada observada. Los modelos sugieren, además, que la fuente del campo magnético de Urano se encontraría a mayor profundidad que la de Neptuno.

Este avance teórico no disipa todas las incertidumbres. Los físicos reconocen que el comportamiento de la materia bajo las presiones y temperaturas extremas de los núcleos planetarios sigue siendo poco conocido. Estas condiciones exóticas podrían influir en los resultados de los modelos. Los autores del estudio insisten, por tanto, en la necesidad absoluta de nuevas misiones espaciales dedicadas, capaces de medir con precisión los campos gravitacionales y magnéticos para decidir definitivamente entre los escenarios.
Página generada en 0.111 segundo(s) - alojado por Contabo
Acerca de - Aviso Legal - Contacto
Versión francesa | Versión inglesa | Versión alemana | Versión portuguesa