Esta estructura solar, cuyo tamaño supera trece veces el de la Tierra, fue la primera de una serie de apariciones notables. Fotógrafos de todo el mundo lograron inmortalizar este evento, ofreciendo imágenes de una belleza excepcional.
"La Bestia" se extendía más de trece veces el diámetro de la Tierra.
Crédito: Simon Metcalfe
Las observaciones revelaron que esta protuberancia solar se extendía más de 165,000 kilómetros. Su apariencia cambiante evocó para algunos una criatura de cuatro patas en movimiento, de ahí su apodo.
Estas estructuras, compuestas de plasma ionizado, son mantenidas por campos magnéticos invisibles anclados a la superficie solar. Aunque pueden alcanzar tamaños colosales, generalmente son inofensivas para la Tierra.
La actividad solar reciente, incluyendo la aparición de otras dos protuberancias mayores, refleja la fase activa actual del ciclo solar. Estos eventos, aunque impresionantes, no representan un peligro directo para nuestro planeta.
"La Bestia" apareció sobre el limbo noreste del Sol el 12 de julio. Persistió durante más de tres horas antes de desaparecer.
Crédito: Michael Jäger
¿Qué es una protuberancia solar?
Una protuberancia solar es una estructura luminosa que se extiende desde la superficie del Sol. Está compuesta de plasma, un gas ionizado, y se mantiene en su lugar por poderosos campos magnéticos.
Estos fenómenos pueden persistir durante horas, incluso días, antes de disiparse o transformarse en erupciones solares. Su tamaño varía considerablemente, algunas alcanzando dimensiones muy superiores a las de la Tierra.
Las protuberancias suelen asociarse con eyecciones de masa coronal, aunque no todas conducen a tales eventos. Su estudio permite comprender mejor las dinámicas magnéticas del Sol.
La observación de estas estructuras también ofrece pistas valiosas sobre la actividad solar y su impacto potencial en el entorno espacial de la Tierra.