Las hormigas Camponotus floridanus, carentes de glándulas antimicrobianas, se revelan como hábiles cirujanas, capaces de amputar los miembros infectados de sus congéneres para salvarles la vida. Este sorprendente descubrimiento fue realizado por un equipo dirigido por Erik Frank, de la Universidad de Würzburg, en Alemania, y Dany Buffat, de la Universidad de Lausana, en Suiza. Los resultados de este estudio se han publicado en
Current Biology.
El equipo de investigadores se interesó en esta especie en particular debido a la ausencia de la glándula metapleural, un órgano antiseptico que poseen aproximadamente el 20% de las otras especies de hormigas. Para entender cómo las Camponotus floridanus logran tratar sus heridas a pesar de esta ausencia, los investigadores realizaron una serie de experimentos. Efectuaron cortes en las patas de estas hormigas y observaron las reacciones de la colonia.
Notaron dos comportamientos distintos según la localización de la herida. Para una herida situada en la tibia, las hormigas se limitaban a limpiar la herida, con una tasa de supervivencia del 75%. En cambio, para una herida situada en el fémur, procedían a una amputación después de una limpieza somera, aumentando la tasa de supervivencia al 90%. Los investigadores entonces evaluaron por sí mismos el efecto de una amputación en tibias heridas y constataron una tasa de supervivencia de solo el 20%, mucho menor que la obtenida mediante la simple limpieza.
Esta diferenciación de tratamiento se explica por la circulación de la hemolinfa, el fluido circulatorio de los insectos. Los músculos responsables de esta circulación se ubican en el fémur. Una herida en esta zona ralentiza el transporte de bacterias, permitiendo así a las hormigas tomar el tiempo necesario para amputar la pata infectada. En cambio, una herida en la tibia no ralentiza la circulación de la hemolinfa, haciendo la limpieza de la herida más eficaz que la amputación.
Las hormigas Camponotus floridanus muestran así una capacidad impresionante para diagnosticar la gravedad de una herida y aplicar el tratamiento adecuado. Saben precisamente cuándo una amputación es necesaria para maximizar las posibilidades de supervivencia de sus congéneres, demostrando una organización social y médica notable. Este descubrimiento abre nuevas perspectivas sobre el comportamiento médico de los insectos sociales y su capacidad de adaptación frente a las infecciones.