Herramientas de 55.000 años de antigüedad, similares a las de los neandertales, acaban de ser identificadas en China. Este hallazgo cuestiona la idea de un desarrollo cultural estancado en Asia Oriental durante el Paleolítico medio.
Hasta ahora, este período se percibía como dinámico en Europa y África, pero poco evolutivo en Extremo Oriente. El descubrimiento de un sistema técnico complejo, similar al método Quina, en el yacimiento de Longtan, abre nuevas perspectivas. ¿Cómo llegaron allí estas herramientas, típicas de los neandertales?
Una tecnología inesperada en Asia
Los raspadores Quina, gruesos y asimétricos, hasta ahora solo se habían documentado en yacimientos neandertales de Europa, especialmente en Francia. Su identificación en el suroeste de China, en Longtan, constituye un hito arqueológico. Estas herramientas, datadas entre 50.000 y 60.000 años, muestran retoques escaleriformes y huellas de uso idénticas a los ejemplares europeos, según el estudio publicado en PNAS.
Su presencia en Asia Oriental plantea un enigma: nunca se han encontrado fósiles de neandertales al este de los montes Altái. Los investigadores proponen dos escenarios en su publicación: una difusión cultural mediante contactos entre grupos humanos o una invención independiente por parte de los denisovanos —cuyos rastros genéticos persisten en Asia—. Los pólenes fósiles indican, además, un clima similar al de Europa, lo que quizá favoreció adaptaciones técnicas convergentes.
Una tecnología prehistórica descubierta en Europa nunca antes se había encontrado en Asia Oriental. Ben Marwick
Este hallazgo se suma a otros indicios recientes de una complejidad insospechada en Asia durante el Paleolítico medio, como las herramientas foliáceas de la cueva de Denísova (Siberia) mencionadas en estudios previos. Obliga a reconsiderar las dinámicas culturales a gran escala, aunque el misterio de los artesanos de Longtan persiste ante la ausencia de fósiles humanos asociados.
Un paisaje prehistórico por redefinir
El descubrimiento de herramientas Quina en China desafía la visión tradicional de una Asia Oriental culturalmente aislada durante el Paleolítico medio. Los análisis ambientales del yacimiento de Longtan revelan un clima similar al de Europa en la misma época, con paisajes abiertos y fríos propicios para estrategias de caza móviles. Esta convergencia ecológica podría explicar la aparición de tecnologías análogas, ya sea por contactos culturales o innovaciones paralelas.
Los investigadores destacan que estas herramientas sofisticadas no eran meros instrumentos de supervivencia, sino que evidenciaban una verdadera pericia técnica transmitida entre generaciones. Su presencia en China sugiere intercambios a larga distancia o redes culturales más extensas de lo imaginado. Las similitudes con las herramientas europeas llegan hasta los métodos de reafilado y las huellas de uso, lo que cuestiona la naturaleza de los vínculos entre estas poblaciones.
Este descubrimiento abre nuevas perspectivas sobre la dinámica cultural del Paleolítico medio asiático. Invita a reconsiderar el papel de Asia Oriental en la evolución tecnológica humana, aunque subraya las incógnitas persistentes. El próximo paso será hallar restos humanos asociados a estas herramientas, lo que quizá permita identificar a sus fabricantes entre neandertales, denisovanos o una población aún desconocida.