Un equipo de astrónomos acaba de revelar un descubrimiento asombroso: la existencia de supercúmulos galácticos de proporciones inimaginables. Estos conjuntos, compuestos por galaxias y cúmulos de galaxias, están empujando los límites de nuestro entendimiento del Universo.
En el centro de este hallazgo se encuentra el supercúmulo Einasto, nombrado en honor al astrofísico estonio Jaan Einasto. Ubicado a aproximadamente 3 mil millones de años luz de la Tierra, representa el mejor ejemplo de estas estructuras, con una masa equivalente a 26 millones de billones de soles. La magnitud de este supercúmulo es tal que una señal luminosa tardaría 360 millones de años en atravesarlo de extremo a extremo.
El supercúmulo Einasto, ubicado a 3 mil millones de años-luz de la Tierra, contiene una masa equivalente a 26 millones de billones de soles. Crédito: Shishir Sankhyayan
Este descubrimiento, entre 662 nuevos supercúmulos identificados, ofrece una nueva ventana hacia la comprensión de los mecanismos que rigen la formación de estas gigantescas colecciones de galaxias. A largo plazo, podría arrojar luz sobre misterios todavía sin resolver del Universo, como la materia oscura y la energía oscura.
El Observatorio de Tartu, responsable de esta investigación, ha calculado la masa y el tamaño promedio de los supercúmulos descubiertos. En promedio, un supercúmulo pesa aproximadamente 6 millones de billones de masas solares y se extiende por 200 millones de años-luz, lo que equivale a aproximadamente 2,000 veces el tamaño de la Vía Láctea. Para visualizarlo, si el Sol tuviera la masa de una pelota de golf, un supercúmulo tendría la masa del Monte Everest.
Una característica interesante de los supercúmulos es que las galaxias que contienen son más masivas que aquellas encontradas fuera de estas estructuras. Esto indica que las galaxias dentro de los supercúmulos se desarrollan y evolucionan de manera diferente. A pesar de su masa colosal, las galaxias en estos supercúmulos son menos densas que otras galaxias, ya que su masa importante se distribuye en volúmenes extensos.
Sin embargo, estas densidades son suficientes para tener un impacto gravitacional significativo en la materia dentro de los supercúmulos, incluido su contenido de materia oscura, este tipo de materia misteriosa que permanece invisible a nuestros ojos porque no interactúa con la luz.
Las futuras investigaciones sobre estos supercúmulos también podrían proporcionar pistas sobre la naturaleza de la energía oscura, esta fuerza misteriosa que acelera la expansión del Universo. Las galaxias dentro de estos supercúmulos parecen alejarse unas de otras a velocidades más bajas de lo esperado, una observación que podría ayudar a resolver inconsistencias respecto a la tasa de expansión del Universo.
La investigación sobre el supercúmulo Einasto y sus similares abre nuevas perspectivas sobre la estructura y evolución del Universo, planteando tantas preguntas como respuestas.