Se han descubierto zapatos romanos de tamaño excepcional en un fuerte del norte de Inglaterra. Estos artefactos, que miden más de 30 centímetros, intrigan a los arqueólogos por sus dimensiones inusuales.
Las excavaciones en el sitio de Magna, un fuerte romano situado junto al muro de Adriano, han revelado ocho de estos zapatos de gran tamaño. Elizabeth Greene, especialista en calzado antiguo, destaca que su talla media es muy superior a la de otros hallazgos realizados en Vindolanda, un sitio cercano.
El zapato romano más grande jamás descubierto fue encontrado en el fuerte de Magna en Reino Unido. Crédito: The Vindolanda Trust
Las condiciones particulares de los fosos defensivos de Magna, a menudo llenos de agua, permitieron una excelente conservación del cuero. Uno de los zapatos encontrados mide 32 centímetros. Este descubrimiento plantea preguntas sobre la población que ocupaba este fuerte.
Con 32 zapatos de tallas variadas, desde modelos infantiles hasta estos gigantes, Magna ofrece un panorama único de la vida romana. Andrew Birley, director de las excavaciones, menciona la diversidad cultural y física de los regimientos estacionados a lo largo del muro de Adriano.
La comparación con los miles de zapatos encontrados en Vindolanda muestra una clara diferencia de tamaño. Solo el 0,4% de los zapatos de Vindolanda alcanzan los 30 centímetros, frente al 25% en Magna. Las razones de esta disparidad siguen siendo un misterio para los investigadores.
¿Por qué los zapatos romanos de Magna son tan grandes?
Los zapatos de gran tamaño descubiertos en Magna podrían indicar la presencia de soldados o individuos particularmente altos. En el ejército romano, la estatura podía ser una ventaja para ciertos roles específicos.
Otra hipótesis sugiere que estos zapatos se usaban con calcetines gruesos o vendajes, aumentando así su talla necesaria. Las condiciones climáticas rigurosas del norte de Inglaterra podrían justificar esta práctica.
También es posible que estos zapatos fueran fabricados para ceremonias o desfiles, donde se valoraba una apariencia imponente. Los romanos daban gran importancia a la simbología en su equipamiento militar.
Finalmente, la diversidad de tallas podría reflejar la mezcla de poblaciones estacionadas en Magna, incluyendo quizás mercenarios o auxiliares procedentes de regiones lejanas del Imperio.
¿Cómo permitieron las condiciones de conservación preservar estos zapatos?
Los fosos defensivos de Magna, frecuentemente llenos de agua, crearon un ambiente anaeróbico, carente de oxígeno. Este entorno es ideal para la conservación de materiales orgánicos como el cuero.
El agua estancada en estos fosos también protegió los zapatos de las variaciones de temperatura y de la erosión, dos factores que normalmente aceleran la degradación de los materiales.
Las técnicas de curtido romanas, que utilizaban sustancias vegetales ricas en taninos, también contribuyeron a la durabilidad del cuero. Estos métodos ya eran muy avanzados para la época.
Esta combinación de factores naturales y humanos explica por qué estos artefactos han sobrevivido casi dos milenios, ofreciendo un testimonio valioso sobre la vida cotidiana de los romanos en Britania.