🏺 El agente de la maldición de Tutankamón podría curar el cáncer

El hongo Aspergillus flavus, altamente tóxico, conocido por sus esporas amarillas y asociado a leyendas como la de la maldición de Tutankamón, podría en realidad desempeñar un papel importante en la lucha contra el cáncer. Investigadores han descubierto que produce moléculas muy prometedoras contra ciertas células cancerosas.


Los científicos han aislado un grupo de pequeñas moléculas llamadas RiPPs, que el hongo fabrica naturalmente. Estas moléculas poseen una estructura particular en forma de anillos entrelazados, que parece muy eficaz contra células responsables de la leucemia, un cáncer de la sangre.

Dos versiones de estas moléculas, llamadas asperigimicinas, han mostrado muy buenos resultados en laboratorio. Una de ellas incluso fue modificada para incluir un lípido (un cuerpo graso), lo que permitió aumentar su eficacia hasta el punto de rivalizar con algunos medicamentos ya utilizados contra el cáncer.

Las asperigimicinas bloquean un mecanismo clave de la división de las células cancerosas, impidiendo la formación de microtúbulos, una especie de "rieles" que permiten a los cromosomas separarse durante la división. Este bloqueo impide que las células leucémicas se multipliquen.

Lo que hace este descubrimiento particularmente interesante es que estas moléculas solo actúan sobre las células de la leucemia. Dejan intactos otros tipos de células. Esto significa que podrían ofrecer un tratamiento con menos efectos secundarios que las quimioterapias actuales.

Los investigadores planean ahora probar estas moléculas en animales antes de considerar ensayos clínicos en humanos. Este descubrimiento muestra una vez más que la naturaleza, incluso a través de hongos poco atractivos, puede ofrecer pistas para curar enfermedades graves.