La idea de reparar un hueso fracturado con una pistola de pegamento parece sacada de una novela de ciencia ficción. Sin embargo, investigadores surcoreanos han desarrollado un dispositivo capaz de imprimir en tres dimensiones injertos óseos directamente en el sitio de una fractura, durante una operación.
Este avance, publicado en la revista
Device, abre perspectivas prometedoras para pacientes que sufren lesiones óseas difíciles de tratar.
Una nueva herramienta quirúrgica
El principio se basa en una pistola de pegamento modificada, capaz de depositar un filamento biocompatible en la zona fracturada. Este filamento, compuesto de hidroxiapatita y policaprolactona, se funde a baja temperatura para adaptarse a los contornos irregulares del hueso. La hidroxiapatita, un mineral natural presente en los huesos, favorece la cicatrización, mientras que la policaprolactona, un termoplástico, asegura una flexibilidad adaptada a las necesidades anatómicas.
La ventaja principal de esta tecnología reside en su capacidad de adaptarse en tiempo real. El cirujano puede ajustar la dirección, la profundidad y el ángulo de aplicación durante la intervención. A diferencia de los implantes tradicionales, que requieren una preparación previa, este método permite una personalización inmediata, reduciendo así la duración operatoria y los riesgos de error.
Finalmente, el dispositivo integra antibióticos, como vancomicina y gentamicina, que se difunden progresivamente durante varias semanas. Este enfoque dirigido limita los riesgos de infección postoperatoria, un desafío mayor en cirugía ósea.
Resultados prometedores en animales
Probado en conejos con fracturas femorales severas, este procedimiento demostró una eficacia notable. Después de doce semanas, los animales tratados con este método presentaron una regeneración ósea superior a la obtenida con implantes tradicionales. No se observó ninguna infección ni necrosis, confirmando la biocompatibilidad y seguridad del dispositivo.
Los injertos impresos en 3D se integraron naturalmente al tejido óseo circundante. Su degradación progresiva permitió un recrecimiento óptimo, con una mejora notable de los parámetros estructurales, como la superficie ósea. Estos resultados sugieren una curación más rápida y sólida, comparada con las técnicas actuales.
Los investigadores indican que esta innovación podría mejorar el tratamiento de fracturas severas y complicadas de tratar. Al eliminar las etapas de preparación preoperatoria, ofrece una solución inmediata y adaptable, incluso para las lesiones más irregulares.