Transformar el dióxido de carbono (CO2) en metano de manera eficiente es ahora posible gracias a un equipo de investigadores del DGIST. Utilizando una nueva combinación de materiales, han logrado alcanzar una tasa de conversión del 99,3 %, abriendo camino a una solución prometedora contra el calentamiento global.
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Reducir los gases de efecto invernadero como el CO2 es crucial para luchar contra el cambio climático. La tecnología fotocatalítica, que utiliza luz solar y agua para transformar el CO2 en sustancias útiles, ofrece una solución ecológica. El profesor In Soo-il y su equipo han dado un gran paso adelante al mejorar esta tecnología.
Han combinado el seleniuro de cadmio, que absorbe la luz visible e infrarroja, con dióxido de titanio amorfo. A diferencia del dióxido de titanio cristalino, el dióxido de titanio amorfo permite crear más sitios activos, aumentando así la eficiencia de la conversión.
La estructura amorfa también permite un transferencia de carga más estable, esencial para la conversión eficiente del CO2. Además, este nuevo fotocatalizador se regenera rápidamente a temperatura ambiente con oxígeno, a diferencia de los fotocatalizadores tradicionales que requieren calor.
El fotocatalizador TiO2-CdSe ha demostrado un rendimiento excepcional, manteniendo una tasa de conversión del 99,3 % después de seis horas de fotorreacción. Este avance es prometedor para una posible comercialización.
Las próximas investigaciones buscarán reducir las pérdidas energéticas y mejorar la estabilidad a largo plazo de este fotocatalizador. Este proyecto cuenta con el apoyo de programas de investigación en Corea del Sur y China, bajo la tutela del Ministerio de Ciencias y TIC.