Un casco de ultrasonidos podría modificar por completo el manejo del dolor y la depresión. Llamado Diadem, este dispositivo promete resultados visibles en tan solo cuarenta minutos. Una tecnología que podría cambiar la vida de millones de pacientes.
Desarrollado por investigadores de la Universidad de Utah, el Diadem funciona mediante neuromodulación. Al emitir ultrasonidos hacia zonas precisas del cerebro, se enfoca en el córtex cingulado anterior, una región clave en la percepción del dolor y el manejo de las emociones. Este enfoque permite ajustar la actividad cerebral sin recurrir a una intervención quirúrgica.
Los primeros resultados de los estudios son alentadores. En un ensayo clínico que involucró a veinte pacientes con dolor crónico, el 60 % informó una reducción de al menos un tercio de su dolor después de solo dos sesiones de cuarenta minutos. El efecto se sintió de inmediato, lo que deja ver un potencial terapéutico considerable.
Se realizó un segundo estudio con catorce personas que sufrían de depresión clínica. Una semana después de una única sesión con el casco, diez pacientes informaron la remisión de sus síntomas. Aunque preliminares, estos resultados son considerados espectaculares por los investigadores.
Una de las principales ventajas del Diadem es que no es invasivo. A diferencia de los tratamientos que requieren la implantación de electrodos en el cerebro, esta banda se coloca simplemente alrededor de la cabeza durante cuarenta minutos. Esta simplicidad podría facilitar una adopción más amplia y reducir la dependencia de los tratamientos farmacológicos convencionales, que a menudo se asocian con efectos secundarios graves.
Los investigadores también destacan la precisión del Diadem. Gracias a la focalización de los ultrasonidos, el dispositivo apunta a áreas específicas del cerebro con una precisión del orden de un milímetro, sin dañar los tejidos circundantes. Un nivel de delicadeza que puede compararse con el efecto de una lupa concentrando la luz en un punto preciso.
Los ensayos clínicos continúan en una muestra más amplia para confirmar estos primeros resultados prometedores. Si las conclusiones siguen siendo positivas, el Diadem podría comercializarse en los próximos años, ofreciendo una nueva opción terapéutica a las personas que sufren de dolor crónico y depresión.
Esta banda también podría ayudar a reducir el uso de opioides para tratar el dolor, limitando así los riesgos de adicción. Con una salida al mercado prevista como dispositivo portátil, el Diadem podría hacer que el tratamiento de estas afecciones sea accesible en el hogar.