Esta escena dataría de una época muy antigua, anterior incluso a los faraones, cuando comenzaban a emerger las primeras formas de poder centralizado. El estilo del grabado y la forma en que se representan los personajes indican un posible significado político.
Un personaje parece estar sentado en una plataforma más elevada, un signo frecuente en las representaciones de personas poderosas. Según los especialistas, este grabado podría haber sido encargado por un líder local para afirmar su autoridad. Probablemente no estaba destinado al público en general, sino que servía para mostrar el alto estatus de su comitente.
A finales del IV milenio antes de nuestra era, Egipto vivió un período de profundos cambios. Varias regiones se unificaron progresivamente, hasta formar un solo reino bajo el reinado de Narmer, alrededor del 3100 a.C.
Las comparaciones con otras obras de arte antiguas permiten datar este grabado. Parece remontarse a un período cercano a la creación del primer estado egipcio. Un detalle importante es la forma alargada de la barbilla de uno de los personajes, que recuerda las falsas barbas de los futuros faraones.
Ilustración del grabado descubierto.
Crédito: Dorian Vanhulle, AKAP
Este descubrimiento muestra que el arte ya se utilizaba para mostrar el poder. También subraya la importancia de preservar estos grabados antiguos, a menudo amenazados por la erosión o la actividad humana.
¿Por qué son tan importantes los barcos en el arte egipcio?
Los barcos están muy presentes en las imágenes del antiguo Egipto. No solo servían para desplazarse por el Nilo: también tenían un valor simbólico.
En la religión, el barco representaba el viaje hacia el más allá. En política, podía simbolizar el control del río, los intercambios comerciales y las riquezas. Mostrar un barco en un grabado era mostrar su poder.
Estas escenas también podían marcar lugares importantes, como rutas o territorios. Muestran cómo los primeros líderes egipcios utilizaban la imagen para imponer su autoridad.