Las nubes de Júpiter no son lo que creíamos 🌫️

Publicado por Cédric,
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Journal of Geophysical Research: Planets
Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Júpiter, el gigante gaseoso, esconde bajo sus bandas coloridas misterios que han intrigado a los científicos durante siglos. Un descubrimiento reciente, resultado de una técnica accesible para aficionados, sacude nuestra comprensión de su atmósfera.


Variación proyectada de la abundancia de amoníaco y la presión en la parte superior de las nubes cerca del centro del disco en fechas seleccionadas de los archivos VLT/MUSE.

Gracias a una colaboración entre astrónomos aficionados y profesionales, un nuevo estudio revela que las nubes de Júpiter no están compuestas de hielo de amoníaco, como se creía desde hace mucho tiempo. Este avance, publicado en el Journal of Geophysical Research: Planets, muestra que herramientas simples son suficientes para obtener pruebas de ello.

Un método accesible para todos

El astrónomo aficionado Steven Hill, radicado en Colorado, utilizó telescopios comerciales y filtros de colores para mapear el amoníaco en la atmósfera de Júpiter. Su técnica, basada en la espectroscopía, permitió medir la presión y la temperatura de las nubes con una precisión sin precedentes.

Los resultados sorprendieron a los científicos: las nubes visibles se encuentran en zonas demasiado cálidas para que el amoníaco se condense en hielo. Este descubrimiento cuestiona décadas de investigación y abre el camino a una mayor participación de los aficionados en el estudio de los planetas gigantes.

La composición real de las nubes

Las simulaciones realizadas por el equipo de Patrick Irwin, de la Universidad de Oxford, confirman que las nubes de Júpiter están compuestas principalmente de hidrosulfuro de amonio mezclado con partículas de "smog". Estos compuestos, producidos por reacciones fotoquímicas, explican los tonos rojizos y marrones observados.

En algunas regiones, donde las corrientes ascendentes son muy potentes, el hielo de amoníaco puede formarse temporalmente. Estos fenómenos han sido observados por las misiones Galileo e Juno, pero siguen siendo raros y localizados.

Una colaboración fructífera

El método de Steven Hill se aplicó a los datos del espectrógrafo MUSE, instalado en el Very Large Telescope en Chile. Los resultados, obtenidos a bajo costo y con gran rapidez, coinciden con los de las técnicas más sofisticadas.

Este enfoque permite ahora a los aficionados seguir las variaciones de amoníaco y presión en la atmósfera de Júpiter. También podría aplicarse a otros planetas, como Saturno, donde parecen ocurrir procesos fotoquímicos similares.
Página generada en 0.080 segundo(s) - alojado por Contabo
Acerca de - Aviso Legal - Contacto
Versión francesa | Versión inglesa | Versión alemana | Versión portuguesa