Los contaminantes eternos invaden el Amazonas. Lejos de las zonas industriales, rastros preocupantes de sustancias tóxicas persisten en el aire sobre la selva tropical.
Estos compuestos, llamados PFAS, son transportados a lo largo de miles de kilómetros, hasta una de las regiones más aisladas del planeta.
Los investigadores han medido concentraciones anormalmente elevadas de PFAS a diferentes altitudes, gracias a una torre situada en el corazón de la selva. Este hallazgo cuestiona la idea de que el Amazonas estaría a salvo de la contaminación industrial mundial.
Los PFAS, desarrollados inicialmente por sus propiedades antiadherentes, antimanchas e impermeabilizantes, han invadido la atmósfera terrestre durante décadas, acumulándose gradualmente en todos los entornos. Estos compuestos químicos son ahora omnipresentes en el medio ambiente, e incluso detectados en regiones tan alejadas y preservadas como el Amazonas, poniendo de manifiesto su capacidad para desplazarse a distancias muy largas.
El estudio, publicado en
Science of the Total Environment, revela que los vientos juegan un papel clave en el transporte de estas sustancias desde los centros industriales, como Manaos, a cientos de kilómetros de distancia.
Para llegar a esta conclusión, los científicos instalaron sensores en el Amazonian Tall Tower Observatory (ATTO), una estructura de 325 metros de altura, para medir la concentración de PFAS a diferentes altitudes. Durante dos semanas, tomaron muestras de aire, revelando una concentración de 0,09 picogramos de PFOA (una de las variantes de los PFAS) en el suelo y hasta 2 picogramos a 320 metros. Estos resultados indican un transporte aéreo a larga distancia de los contaminantes, en lugar de una contaminación local.
A los científicos les preocupa especialmente el impacto de estas moléculas en la fauna amazónica. La alteración de los sistemas reproductores, causada por estos contaminantes, podría ser fatal para ciertas especies. Iván Kourtchev, especialista en contaminantes atmosféricos, destaca que el PFOA interfiere con las hormonas reproductivas. Esto afecta gravemente la biodiversidad local.
Los expertos hacen un llamado a realizar más investigaciones para comprender completamente la magnitud y el origen de esta contaminación, así como sus consecuencias a largo plazo en el Amazonas. Estos descubrimientos ilustran una vez más la magnitud de los desafíos medioambientales relacionados con los contaminantes eternos, capaces de llegar a las regiones más preservadas del planeta.
¿Qué son los PFAS y por qué son peligrosos?
Los PFAS, o sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, son compuestos químicos sintéticos creados en la década de 1950 por sus propiedades antiadherentes e impermeabilizantes. Se utilizan ampliamente en productos cotidianos, como utensilios de cocina, envases de alimentos y textiles.
Su peculiaridad radica en su excepcional resistencia a la degradación. Son calificados como "contaminantes eternos" porque persisten indefinidamente en el medio ambiente. Su acumulación en los ecosistemas y el cuerpo humano es preocupante porque los estudios han vinculado los PFAS con problemas de salud graves, como cánceres, trastornos de fertilidad y alteraciones hormonales.
¿Cómo se desplazan los PFAS a largas distancias?
Los PFAS pueden ser transportados a miles de kilómetros por fenómenos atmosféricos. Liberados en el aire por procesos industriales, se adhieren a partículas diminutas o se evaporan, y luego viajan con las corrientes de viento. Esta capacidad para propagarse a grandes distancias explica su presencia en regiones remotas como el Amazonas.
Donde no deberían encontrarse, estos contaminantes se depositan en los ecosistemas naturales. La lluvia, la nieve u otras precipitaciones los devuelven al suelo, donde penetran en los suelos y ríos, contaminando los ecosistemas sensibles.