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¿Por qué el cabello se enrolla según el clima? 🌦️
Publicado por Adrien, Fuente:The Conversation bajo licencia Creative Commons Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Por Coralie Thieulin - Profesora investigadora en física en ECE, doctora en biofísica, ECE París
Muchas personas notan que su cabello tiende a ondularse o incluso a encresparse en climas húmedos, incluso si es naturalmente liso. Este fenómeno universal varía en intensidad según el tipo de cabello. Para entender las razones científicas detrás de este encrespamiento, adentrémonos en el interior del cabello.
Imagen de ilustración Pixabay
El tallo piloso (nombre científico del cabello), compuesto principalmente de queratina (una proteína), es la parte visible del cabello, es decir, la parte que sobresale del cuero cabelludo. Está compuesto por varias capas concéntricas, similar al tronco de un árbol.
La médula, la capa más interna, permite retener la humedad. Su presencia varía según los tipos de cabello y puede ser continua, fragmentada o completamente ausente. En particular, los cabellos rubios, a menudo más finos, contienen poca o ninguna médula.
La capa intermedia, llamada córtex, representa entre el 80 y el 90 % del cabello; es el equivalente a la madera de un tronco de árbol. El córtex está compuesto por largos filamentos trenzados de queratina paralelos al eje del cabello y mantenidos unidos por enlaces fuertes, los enlaces disulfuro (azufre), y otros más débiles, los enlaces de hidrógeno. Los enlaces disulfuro aseguran la cohesión y dan resistencia al cabello. Cuando se aplican tratamientos químicos al cabello, estos enlaces se destruyen: el cabello se debilita y se rompe con mayor facilidad.
Por su parte, los enlaces de hidrógeno, más fáciles de alterar, son los responsables de la forma del cabello. Son estos enlaces los que se modifican temporalmente cuando se utiliza una plancha para alisar o un cepillo calentador. Una vez rotos estos enlaces, el cabello puede ser alisado y, tras enfriarse, los enlaces se reforman en su estado original, manteniendo al cabello temporalmente en una posición lisa. Con el tiempo, especialmente con la humedad del aire, los enlaces se restablecen en su posición inicial, devolviendo al cabello su textura natural.
Por último, el córtex está rodeado por la cutícula (escamas), la capa más externa del cabello. La cutícula es como la corteza de un árbol. Su función es proteger el córtex, pero es muy fácil de dañar con el cepillado, los productos químicos (tintes, permanentes...), el viento o el calor (alisado, sol...).
Ahora que sabemos más sobre la estructura y composición del cabello, ¿cómo interactúa la humedad con él para provocar este encrespamiento a menudo no deseado?
Volvamos a la noción de enlace de hidrógeno. Este se debe a la atracción entre un átomo de hidrógeno electropositivo (que lleva una pequeña carga positiva) y un átomo de oxígeno electronegativo (con una carga negativa) presentes en la queratina. Este enlace, conocido como débil, es fácilmente alterado por el agua, que contiene precisamente dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.
De hecho, la absorción de los átomos de hidrógeno del agua por el córtex aumenta el número de enlaces de hidrógeno en el cabello. Cada fibra de queratina tenderá a plegarse sobre sí misma a nivel molecular, lo que ocasionará una ondulación o rizado del cabello. Este fenómeno se conoce como efecto de encrespamiento por humedad. Los enlaces fuertes (enlaces disulfuro), por su parte, no se ven afectados por la humedad en el aire.
Ilustración del efecto de encrespamiento por humedad que induce un aumento de los enlaces de hidrógeno (H-O).
Pero queda una pregunta: ¿por qué ciertos tipos de cabello son más sensibles a la humedad que otros?
Todo depende de la porosidad del cabello, que refleja su capacidad para absorber y retener la humedad presente en el aire. Cuanto más apretadas estén las escamas del cabello (su cutícula), menos poroso será y menos agua dejará pasar hasta el córtex. Así, los cabellos dañados o porosos son más propensos a encresparse en climas húmedos. La porosidad del cabello depende de muchos factores. Por ejemplo, un cabello naturalmente rizado o crespo tenderá a ser más poroso que uno liso, ya que el movimiento del cabello tiende a separar las escamas.
Por otro lado, los tratamientos químicos o térmicos tienden a abrir las escamas y hacer que el cabello sea más poroso también. Por eso, los cabellos dañados (teñidos, alisados...) o naturalmente rizados, crespos o afro tienden a encresparse más en caso de humedad. En cambio, los cabellos lisos "saludables" son menos porosos y reaccionan menos visiblemente a la humedad, aunque no están exentos de una ligera ondulación.
Una buena noticia para quienes deseen controlar esos mechones rebeldes: existen soluciones para reducir el encrespamiento. Algunos productos para el cabello (champús, acondicionadores o tratamientos) forman una barrera contra la humedad impermeabilizando el cabello para evitar que el agua penetre en el tallo piloso. Este es el caso de aquellos que contienen siliconas, aceites o agentes hidratantes, conocidos por sus propiedades hidrófobas (repelentes al agua).