El verano es a menudo sinónimo de Sol, playa y... pecas. Estas pequeñas marcas en la piel, a menudo denominadas "besos del Sol", fascinan tanto como intrigan. ¿Por qué aparecen sobre todo en verano? ¿Cuál es su función? Sumérgete en el misterio de las pecas.
Las personas propensas a las pecas a menudo las tienen en la nariz y las mejillas durante el verano.
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Las pecas son en realidad una respuesta de la piel a los rayos ultravioleta (UV) del Sol. Según la dermatóloga certificada Jill S. Waibel, son una forma de mecanismo de protección contra estos rayos nocivos. La exposición al Sol incita a la piel a producir melanina, un pigmento responsable del color de la piel y que se refleja en el bronceado.
La melanina tiene la propiedad de dispersar los rayos UV, impidiéndoles penetrar la piel y dañar el ADN. Sin embargo, algunas áreas de la piel producen más melanina que otras. Estas áreas ricas en melanina son lo que llamamos pecas.
Las pecas son más visibles en verano y tienden a atenuarse o desaparecer durante los meses en los que la radiación UV es menos intensa. Pero no todas las pecas reaccionan de la misma manera a la exposición estacional al Sol, precisa Rebecca Kazin, también dermatóloga certificada.
Existen dos tipos principales de pecas: las efélides y los lentigos solares, también llamados manchas de la edad. Las efélides son las más comunes y suelen ser pequeñas y de color marrón claro. Aparecen en las áreas de la piel frecuentemente expuestas al Sol, como la cara, los brazos y los hombros. Los lentigos solares, en cambio, están asociados con el daño acumulado por el Sol y no disminuyen.
Los lentigos solares son generalmente más grandes y más oscuros que las efélides y son más comunes en personas mayores. Aparecen cuando los rayos UV dañan el ADN de la piel, lo que altera el comportamiento de las células productoras de melanina.
Si te preocupa una mancha o notas cambios rápidos, se recomienda consultar a un profesional de la salud.