🧠 El riesgo real de la contaminación en nuestro cerebro

Publicado por Cédric,
Autor: Cédric DEPOND
Fuente: The Lancet Planetary Health
Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
La contaminación del aire no solo afecta a nuestros pulmones. Partículas invisibles circulan en nuestro entorno cotidiano y parecen ser capaces de llegar a nuestro cerebro. Esta amenaza silenciosa podría desempeñar un papel en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como la demencia o el Alzheimer.


Estudios anteriores ya habían señalado este peligro. En este artículo ya mencionábamos el impacto de la calidad del aire en nuestra salud mental. En este otro, hablábamos de un vínculo entre contaminación y rendimiento cognitivo. Recientemente, investigadores han analizado un vasto conjunto de datos procedentes de decenas de millones de personas en todo el mundo. Su objetivo: determinar el impacto real de la calidad del aire en los trastornos cognitivos mediante un metaanálisis. Los resultados, publicados en The Lancet Planetary Health, ofrecen una perspectiva preocupante pero esencial para la salud pública.

Contaminación y demencia: un vínculo confirmado


Este metaanálisis, dirigido por la Universidad de Cambridge, recopiló 51 estudios que representan a casi 29 millones de participantes. El análisis identifica tres contaminantes principales asociados con un mayor riesgo de demencia: las partículas finas (PM2,5), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el hollín.

Cada sustancia aumenta el riesgo de manera medible:
- Por cada 10 µg/m³ de PM2,5, el riesgo de desarrollar demencia aumenta un 17%
- Cada incremento de 10 µg/m³ de dióxido de nitrógeno aumenta el riesgo un 3%
- Finalmente, el riesgo aumenta un 13% por cada 1 µg/m³ de hollín

Estos valores ilustran el impacto significativo de una exposición diaria prolongada. Los contaminantes provienen principalmente del tráfico rodado, las centrales industriales y las combustiones domésticas. Penetran profundamente en los pulmones, pasan a la sangre y llegan al cerebro, donde pueden desencadenar mecanismos nocivos.

Mecanismos cerebrales y efectos biológicos


La contaminación parece favorecer la demencia a través de la inflamación cerebral y el estrés oxidativo. Estos procesos dañan las células, las proteínas y el ADN, debilitando el funcionamiento cognitivo.

Las partículas también pueden circular a través del nervio olfativo, creando un efecto directo en el cerebro. La contaminación actúa así localmente mientras provoca reacciones en todo el organismo, alterando las defensas naturales y facilitando la acumulación de proteínas asociadas al Alzheimer.

A pesar de estas observaciones, la contaminación no explica por sí sola la aparición de la demencia. La edad, la genética, la salud cardiovascular, la educación y la actividad física también contribuyen al riesgo global. La exposición ambiental se inscribe por tanto en una combinación de factores.
Página generada en 0.420 segundo(s) - alojado por Contabo
Acerca de - Aviso Legal - Contacto
Versión francesa | Versión inglesa | Versión alemana | Versión portuguesa