Los astrónomos han estado siguiendo durante más de un siglo a V Sagittae, un sistema binario cuya evolución pone a prueba los modelos clásicos. Sus variaciones de luminosidad y su comportamiento inestable lo convierten en un objeto de estudio privilegiado para comprender las últimas etapas de vida de las estrellas.
El sistema binario V Sagittae, situado a unos 10.000 años luz de la Tierra, brilla con mil fulgores.
La enana blanca atrae la materia de su compañera, que se acumula en su superficie y provoca violentas reacciones termonucleares. Esta actividad explica la luminosidad extrema del sistema, muy superior a la de otros binarios conocidos.
Los investigadores observan actualmente una inestabilidad creciente en esta danza gravitacional. Las oscilaciones rápidas de la luminosidad hacen pensar que el equilibrio actual es precario y que una transformación mayor es inminente.
Un halo de gas revelador
Gracias al Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral, los astrónomos han puesto en evidencia un anillo de gas que rodea a las dos estrellas. Este elemento inesperado ofrece una clave para comprender la dinámica del sistema.
Este halo resulta de la incapacidad de la enana blanca para absorber toda la materia arrancada. Una parte se escapa, formando una envoltura brillante que delata la intensidad del fenómeno.
La existencia de esta estructura pone en duda ciertas hipótesis sobre la evolución de los sistemas binarios. Sugiere que interacciones similares podrÃan jugar un papel importante en el final de la vida de muchas estrellas.
Hacia una explosión espectacular
Los especialistas estiman que la acumulación de materia sobre la enana blanca podrÃa desencadenar próximamente una nova, haciendo a V Sagittae visible a simple vista. Esta etapa serÃa solo un preludio.
A más largo plazo, la fusión de las dos estrellas parece inevitable. Esta colisión deberÃa provocar una supernova de una intensidad tal que serÃa observable a plena luz del dÃa desde la Tierra.
Una explosión asÃ, esperada en una escala de tiempo astronómica relativamente corta, constituirÃa una ocasión única para estudiar directamente la muerte violenta de un sistema binario extremo.