En las alturas de los Andes peruanos, un equipo de investigadores tuvo un encuentro inesperado durante una expedición arqueológica. Mientras buscaban una especie rara de ardilla, sus miradas se posaron sobre una pequeña criatura de grandes ojos y pelaje rojizo, un marsupial nunca observado antes.
Este descubrimiento se remonta a 2018 en el parque nacional Río Abiseo, una zona preservada del norte de Perú. Los científicos liderados por Silvia Pavan, bióloga de Cal Poly Humboldt, avistaron este mamífero de apenas 10 centímetros de largo a 2664 metros de altitud. Su apariencia particular con sus marcas faciales que evocan una máscara y su pelaje marrón-rojizo alertó inmediatamente a los investigadores sobre su carácter excepcional. El animal se distinguía claramente de las zarigüeyas ratón conocidas, usualmente observadas a altitudes mucho menores.
El nuevo marsupial descubierto en el bosque de nubes peruano Crédito: Pedro Peloso
Varios años de análisis minuciosos fueron necesarios para confirmar la singularidad de este hallazgo. El equipo comparó el ADN y las características físicas del espécimen con los datos provenientes de colecciones museísticas de todo el mundo. Estas investigaciones exhaustivas permitieron establecer que se trataba efectivamente de una especie nueva para la ciencia. Los resultados de este estudio fueron publicados en junio en la revista American Museum Novitates, oficializando así la existencia de este marsupial único.
El nombre científico Marmosa chachapoya fue elegido en homenaje al pueblo Chachapoya, antigua civilización que ocupaba esta región entre 800 y 1470 después de Cristo. Estos habitantes históricos, frecuentemente llamados "guerreros de las nubes", vivían en este terreno accidentado y húmedo de los Andes orientales. El parque nacional Río Abiseo alberga además numerosos sitios arqueológicos relacionados con esta cultura, mientras sirve de santuario para una biodiversidad excepcional.
Este descubrimiento se inscribe en un contexto más amplio de exploraciones fructíferas en esta región remota. El equipo de investigación identificó varios otros animales potencialmente nuevos para la ciencia, incluyendo un roedor semiacuático aún en proceso de descripción. Estos hallazgos sucesivos subrayan la importancia de las zonas protegidas como el parque Río Abiseo, que alberga especies únicas como el mono lanudo de cola amarilla, considerado en otro tiempo como extinto.
El descubrimiento de Marmosa chachapoya testimonia la riqueza biológica aún desconocida de nuestro planeta. Silvia Pavan subraya que este hallazgo recuerda cuán primordiales siguen siendo la exploración científica y la conservación de los hábitats naturales. Aunque solo se ha colectado un espécimen hasta la fecha, muchas preguntas subsisten concernientes a los hábitos de vida y la distribución geográfica de este marsupial enigmático.
Los marsupiales: mamíferos diferentes a los demás
Los marsupiales representan una rama distinta de los mamíferos caracterizada por un modo de reproducción único. A diferencia de los mamíferos placentarios que desarrollan a sus crías en un útero con placenta, los marsupiales dan a luz a embriones muy poco desarrollados.
Estos recién nacidos, minúsculos y ciegos, deben entonces realizar un periplo peligroso hasta la bolsa ventral de su madre, llamada marsupio. Una vez instalados en esta bolsa, se aferran a una glándula mamaria donde continúan su desarrollo durante varias semanas o meses.
Esta estrategia reproductiva ofrece ciertas ventajas evolutivas. Al dar a luz embriones precoces, la madre reduce considerablemente las restricciones fisiológicas de la gestación. Esto le permite adaptarse más fácilmente a entornos cambiantes o difíciles.
La mayoría de las especies marsupiales se encuentra hoy en Australia y América, con representantes emblemáticos como los canguros, los koalas y las zarigüeyas. Esta distribución geográfica refleja la historia evolutiva de este grupo que supo colonizar nichos ecológicos variados.