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✨ Menos pantallas por la noche favorece el éxito escolar: las cifras
Publicado por Adrien, Fuente: Universidad de Ginebra Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Un estudio de la UNIGE muestra que reducir el uso del smartphone por la noche aumenta significativamente el sueño de las adolescentes y adolescentes y mejora sus resultados académicos.
¿Cuál es el impacto de las pantallas en el sueño de las adolescentes y adolescentes? Un estudio de la Universidad de Ginebra (UNIGE), realizado en 2021 en los Ciclos de Orientación en colaboración con el Departamento de Instrucción Pública, Formación y Juventud (DIP) del Cantón de Ginebra, muestra que las reglas parentales estrictas sobre el uso de smartphones por la noche aumentan significativamente la duración del sueño y mejoran los resultados académicos. Estos trabajos se pueden descubrir en Discover Public Health.
El sueño juega un papel crucial en las funciones cognitivas y emocionales. Participa en la consolidación de la memoria, la vigilancia y la estabilidad emocional. Un sueño de calidad previene también la aparición precoz de trastornos psiquiátricos como la ansiedad o la depresión. Sin embargo, las adolescentes y adolescentes duermen cada vez menos, a menudo muy por debajo de las 8 a 10 horas de sueño recomendadas a su edad por la American Academy of Sleep Medicine (AASM), referencia mundial en la materia.
En promedio, la ganancia de sueño alcanza 40 minutos por noche.
Según un estudio de Unisanté (Lausana), en 2020 en Suiza, los niños de 14 años eran doce veces más numerosos que en 2012 en pasar más de cuatro horas diarias frente a una pantalla. Esta exposición excesiva tiene consecuencias negativas sobre la duración y la calidad del sueño. Las pantallas retrasan la hora de acostarse al ocupar tiempo precioso, pero también al estimular la atención y las emociones, retrasando el quedarse dormido. Si la presencia de pantallas en la habitación es reconocida como un factor agravante, pocos estudios habían explorado hasta ahora los efectos de reglas parentales específicas sobre el sueño.
Las reglas estrictas son las más eficaces
El equipo de la UNIGE analizó las respuestas de 329 estudiantes de 13 a 15 años. Ellos y ellas debían completar un cuestionario sobre sus hábitos de sueño y las reglas establecidas por sus padres respecto al uso de pantallas. De ello se desprende que los estudiantes sometidos a las reglas más estrictas - sin teléfono en la habitación y sin uso por la noche - duermen significativamente más tiempo. En promedio, la ganancia de sueño alcanza 40 minutos por noche.
"Es considerable, sabiendo que este grupo de edad necesita aproximadamente 9 horas de sueño y a menudo solo duerme de 7 a 8. Cada semana, estos 40 minutos representan casi una noche de sueño adicional", subraya Virginie Sterpenich, investigadora del Departamento de Neurociencias Fundamentales de la Facultad de Medicina de la UNIGE, que dirigió el estudio. Otros tipos de restricciones, como limitar la duración diaria de pantallas o fijar una hora de acostarse, no muestran un efecto significativo sobre la duración del sueño.
Beneficios múltiples
El estudio no se detiene en la duración del sueño. También muestra que los jóvenes que duermen más tienen mejores resultados académicos. "Los padres tienen por tanto un papel clave que desempeñar. Su implicación influye directamente en la salud y el éxito de sus hijos. Hay que animarlos en este sentido. Este marco debe establecerse antes de los 15 años, más allá de los cuales los malos hábitos son más difíciles de corregir", precisa Kevin Mammeri, doctorando del Departamento de Neurociencias Fundamentales y primer autor del estudio.
La próxima etapa, ya en curso en las escuelas, consiste en proponer talleres de sensibilización y herramientas concretas a los estudiantes cuyo sueño está alterado. "Muchos permanecen con su teléfono en su cama sin una distinción clara entre el lugar donde se duerme y aquel donde se navega por las redes", señala Virginie Sterpenich. "Cambiar este hábito sería un buen paso hacia un sueño saludable".