Un rinoceronte lanudo, congelado en el tiempo durante más de 32 000 años, revela secretos enterrados bajo el hielo. Pero, ¿qué más puede enseñarnos?
El cadáver extraído del hielo en la República de Sajá, Rusia, en agosto de 2020. Imagen: Boeskorov, Chernova, Protopopov y otros (2024)
Apodado el "rinoceronte de Abyisky", este espécimen fue descubierto en una región remota del noreste de Rusia, enterrado bajo el permafrost durante miles de años. Su lado derecho permaneció notablemente intacto, conservado por el frío, mientras que su flanco izquierdo muestra signos evidentes de depredación, probablemente causados por carroñeros. Los investigadores creen que fue atacado poco después de su muerte, tal vez por animales oportunistas atraídos por su cadáver recién caído en este entorno hostil.
La momificación natural, provocada por el congelamiento permanente, permitió una conservación excepcional. Los tejidos blandos y la piel fueron analizados minuciosamente, revelando detalles sobre la anatomía del animal. En particular, se descubrió una joroba grasa, inédita para esta especie, en su espalda. Esta reserva de grasa jugó un papel vital en la adaptación al frío glacial de la época, permitiendo al animal sobrevivir a los duros inviernos, cuando la comida era escasa. Una adaptación similar también se observa en los mamuts.
Los investigadores también encontraron parásitos fosilizados, en especial crustáceos acuáticos microscópicos, en la piel del rinoceronte. Estos pequeños organismos indican que el animal probablemente murió en una charca poco profunda o un pantano. Posteriormente, su cuerpo habría sido rápidamente cubierto por el hielo, lo que impidió su descomposición natural.
Este descubrimiento aporta una nueva perspectiva sobre la fauna del Pleistoceno. La información genética obtenida gracias a los tejidos preservados permitirá comparar el ADN del rinoceronte con el de otras especies extintas.
Sin embargo, el cambio climático, al acelerar la descongelación del permafrost, amenaza estos vestigios prehistóricos. Se ha iniciado una carrera contra el tiempo para preservar estos tesoros de una rápida descomposición.
¿Qué es el permafrost y por qué es tan importante para los descubrimientos paleontológicos?
El permafrost es un suelo permanentemente congelado, presente principalmente en las regiones árticas y subárticas. Puede alcanzar grandes profundidades y permanece congelado durante todo el año. Este fenómeno natural conserva las materias orgánicas, impidiendo su descomposición por parte de bacterias y otros microorganismos.
En el ámbito de los descubrimientos paleontológicos, el permafrost desempeña un papel esencial. Los cadáveres de animales como los rinocerontes lanudos o los mamuts, atrapados en este suelo, se momifican de manera natural. Estas condiciones permiten que no solo se conserven los huesos, sino también los tejidos blandos, la piel y la piel, proporcionando información inédita sobre estas especies extintas.