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Una escalera mecánica bajo el océano
Publicado por Adrien, Fuente: CNRS INSU Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
El océano cubre más de dos tercios de la superficie terrestre, ocultando paisajes espectaculares que son archivos de la actividad geológica del planeta. Las llanuras abisales están surcadas por colinas oblongas cuya forma recuerda los escalones de una escalera. Estas colinas se forman en el eje de las dorsales oceánicas, donde el alejamiento de dos placas tectónicas moldea continuamente nuevo suelo oceánico.
La actividad volcánica produce en estas zonas una corteza basáltica que, al enfriarse, se fractura bajo la acción de fuerzas tectónicas. Grandes fallas seccionan así el fondo marino y esculpen escarpes regulares, como si fueran libros deslizándose unos contra otros en un estante.
Esta actividad geológica se manifiesta por numerosos sismos extensivos, que son claras señales del alejamiento de las placas. Sin embargo, en septiembre de 2022, las redes sismológicas globales registraron una docena de sismos compresivos a ambos lados de la dorsal Atlántica, frente a Irlanda.
Para entender estos eventos atípicos, un equipo de investigadores de CNRS Terre & Univers modeló la deformación asociada con la expansión de un océano. Descubrieron una zona de compresión superficial a ambos lados del eje de la dorsal, inducida por un plegamiento de la joven litosfera oceánica.
El resultado más inesperado es que esta zona de compresión hace deslizar las grandes fallas dorsales en sentido inverso, lo que reduce hasta un 50% del relieve abisal en unos pocos cientos de miles de años. Esta idea había sido propuesta en los años 70, pero fue abandonada por falta de manifestación sísmica del fenómeno. Este nuevo estudio esclarece la mecánica del proceso y lo pone en evidencia en los océanos Atlántico e Índico, explicando además su naturaleza mayormente asismática.
El evento de 2022 es aún más excepcional porque probablemente fue desencadenado por una intrusión magmática, haciendo sísmico un proceso que de otro modo habría permanecido silencioso. Ahora sabemos gracias a esto que las colinas abisales no se forman como simples escalones, sino más bien como los de una escalera mecánica, que se abren y luego se cierran a medida que los relieves migran en la cinta transportadora de las placas tectónicas.