El papel de las tareas en el éxito escolar sigue siendo un tema de debate. Sin embargo, un nuevo estudio aporta ideas inesperadas, redefiniendo su utilidad.
Investigadores de la Universidad de Maynooth utilizaron una inteligencia artificial para analizar las actuaciones de los estudiantes en varias materias. Sus resultados sugieren un nuevo enfoque sobre el trabajo en casa.
El estudio se centró en más de 4 000 estudiantes irlandeses, analizando los efectos de la frecuencia y la duración de las tareas en matemáticas y ciencias. Los resultados muestran que la regularidad de las tareas supera su extensión.
Hacer las tareas de matemáticas cada día tiene un impacto más fuerte que pasar largas horas de trabajo de manera ocasional. Para las ciencias, tres o cuatro sesiones por semana son suficientes para mejorar los resultados de los estudiantes.
Los investigadores también demuestran que las tareas cortas, de 15 minutos, son tan efectivas como los trabajos más largos. Esto evita sobrecargar a los estudiantes mientras se fomenta un aprendizaje regular.
Este estudio revela otro hecho notable: las ventajas de las tareas son equitativas. Independientemente del entorno socioeconómico de los estudiantes, los beneficios observados eran similares, ofreciendo así igualdad de oportunidades.
Los investigadores subrayan que las políticas educativas deberían orientarse hacia tareas regulares pero cortas, permitiendo a los estudiantes mantener un equilibrio con sus otras actividades.
Nathan McJames, autor principal del estudio, indicó que estos resultados podrían influir en las decisiones políticas en materia de educación, alentando un enfoque más equilibrado de las tareas.
El profesor Andrew Parnell añade que el uso de métodos avanzados de inferencia causal garantiza la fiabilidad de sus conclusiones. Espera que esto abra el camino hacia políticas más informadas.