Este agujero negro es a la vez bebé, gigante y está en pleno ayuno. ¿Cómo es posible? 🤔

Publicado por Adrien,
Fuente: Nature
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Algunos agujeros negros monstruosos del Universo primitivo se permiten echarse una siesta, como si lo hicieran después de un banquete copioso. Esto no es solo una metáfora: las observaciones del telescopio James Webb revelan un agujero negro a la vez supermasivo e inactivo, capturado hace casi 13 mil millones de años. Su masa colosal y su comportamiento atípico intrigan a los astrónomos.


Descubierto a 800 millones de años después del Big Bang, este agujero negro alcanza 400 millones de veces la masa del Sol. A pesar de su masa gigantesca, parece, paradójicamente, no estar en plena vorágine alimenticia. Este detalle subraya un gran enigma: ¿cómo pudieron crecer tan rápido estos monstruos cósmicos en los albores del Universo?

Los agujeros negros supermasivos suelen ser detectados cuando están rodeados de discos de acreción brillantes, calentados por una fricción intensa. Sin embargo, este gigante inactivo fue detectado gracias a su desmesurada influencia gravitacional.

Su descubrimiento abre nuevas preguntas. Las teorías actuales estiman que se necesitan miles de millones de años para que un agujero negro alcance tales proporciones. Sin embargo, observaciones recientes muestran agujeros negros igualmente masivos en un Universo con menos de mil millones de años de antigüedad. Una contradicción que podría cuestionar los modelos establecidos.

Según simulaciones recientes, estos primeros agujeros negros habrían experimentado fases excepcionales de superalimentación. Al superar temporalmente un límite llamado "límite de Eddington", podrían crecer rápidamente antes de descansar durante cientos de millones de años. Estos periodos de actividad intensa, aunque breves, bastarían para explicar su crecimiento acelerado.

Investigadores como Roberto Maiolino, del Instituto Kavli para la Cosmología, estiman que estos episodios de "superacreción" pueden durar entre 5 y 10 millones de años. La mayoría del tiempo, sin embargo, estos gigantes cósmicos permanecerían inactivos, invisibles para nuestros instrumentos actuales.


Este agujero negro está rodeado de un disco brillante de gas y polvo, señal de una actividad intensa.

Este agujero negro dormido podría ser solo la punta del iceberg de un fenómeno más amplio. Los astrónomos sospechan que numerosos gigantes dormidos pueblan el Universo primitivo. No obstante, su detección sigue siendo difícil, ya que su inactividad los hace casi invisibles.

Así, este gigante adormecido nos recuerda que el Universo aún alberga muchos misterios. Este tipo de descubrimientos podría revolucionar nuestra comprensión de la evolución de las galaxias y de los agujeros negros.
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