Estos fósiles revelan qué comían los pterosaurios hace 182 millones de años 🍖

Publicado por Cédric,
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Journal of Vertebrate Paleontology
Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Dominaban los cielos jurásicos. Al descubrir su última comida fosilizada, los investigadores finalmente revelan los misterios de la dieta de los pterosaurios.


Crédito: Gabriel Ugueto

En el corazón de las lutitas de Posidonia en Alemania, los fósiles revelan secretos bien conservados de estos gigantes voladores. ¿Qué comían realmente?

En este sitio excepcional, se han encontrado dos fósiles de pterosaurios con su última comida fosilizada, un hallazgo rarísimo. Estos especímenes, de 182 millones de años de antigüedad, pertenecen a los géneros Dorygnathus y Campylognathoides, cada uno con una dieta particular.

Los restos alimentarios en sus estómagos atestiguan sus preferencias alimenticias variadas. Mientras que Dorygnathus se alimentaba de pequeños peces, Campylognathoides prefería los calamares, un descubrimiento que complica la visión del ecosistema jurásico.

Las condiciones particulares de las lutitas de Posidonia, como la falta de oxígeno y los depósitos de lodo fino, permitieron esta preservación única. Este sitio es famoso por sus fósiles bien conservados, incluidos restos de ictiosaurios y plesiosaurios, que aportan pistas valiosas sobre la vida marina de la época.

Los análisis realizados por el Dr. Samuel Cooper y su equipo confirman esta diversidad alimentaria. Dorygnathus probablemente atrapaba a los peces sobrevolando el agua, mientras que Campylognathoides atacaba a presas más grandes como los calamares.


A: Vista general de la región abdominal del tronco.
B: Detalles de la masa orgánica con tejidos blandos indeterminados y cuatro ganchos aislados de Clarkeiteuthis conocauda.
C: Nódulo de cololito alisado (pre-coprolito), potencialmente asociado a la cavidad rectal.
D: Gancho de belemnoide desgastado por ácido (Clarkeiteuthis conocauda) entre las costillas abdominales.
E–F: Masa abdominal central de tejidos blandos y contenido estomacal con varios ganchos de belemnoide y cololito llenando parcialmente el tracto intestinal.

Abreviaciones: co, cololito; ho, ganchos; ist, tejidos blandos indeterminados; rb, costilla. Escalas: 50 mm (A), 10 mm (E, F), 5 mm (B–D).

Estas dietas distintas demuestran una coexistencia sin competencia. Cada especie se especializaba en diferentes presas, lo que evidencia una notable adaptación evolutiva.

Este fragmento de comida jurásica está expuesto al público en el Museo Nacional de Historia Natural de Stuttgart, ofreciendo una visión directa de la vida de los pterosaurios hace 182 millones de años. Una invitación a explorar los secretos bien guardados de la historia de estos reptiles voladores.

¿Qué es un pterosaurio?


Los pterosaurios son reptiles voladores prehistóricos que vivieron en la era de los dinosaurios, entre el Triásico y el final del Cretácico (hace unos 228 a 66 millones de años). A diferencia de los dinosaurios, que dominaban la tierra firme, los pterosaurios evolucionaban en los cielos y, dependiendo de la especie, tenían envergaduras que iban desde unos pocos decímetros hasta más de 10 metros.

Dotados de membranas alares unidas a los cuatro dedos de sus alas, podían planear o realizar maniobras ágiles para capturar sus presas. Adaptados a ambientes acuáticos, eran principalmente piscívoros.

¿Cómo se forman los fósiles de estómagos?


La fosilización de contenidos estomacales es un proceso raro, ya que los tejidos blandos se descomponen rápidamente tras la muerte del animal. Para que los restos alimentarios se fosilicen, se requieren condiciones ambientales específicas. Una descomposición lenta, a menudo debida a la falta de oxígeno o a depósitos de sedimentos finos, puede permitir una conservación excepcional.

En las lutitas de Posidonia, el bajo nivel de oxígeno en los fondos marinos y los depósitos de lodo fino impidieron los procesos de descomposición rápida. Estas condiciones únicas explican la conservación de los contenidos estomacales de los pterosaurios, permitiendo así a los investigadores descubrir su última comida.

Las lutitas de Posidonia: un sitio fósil excepcional


Las lutitas de Posidonia, una formación rocosa de 182 millones de años de antigüedad, se encuentran en el suroeste de Alemania. Este sitio es célebre por la calidad excepcional de sus fósiles, particularmente de criaturas marinas como los ictiosaurios, plesiosaurios y amonites, que atestiguan una rica biodiversidad.

Los fósiles revelan información esencial sobre la anatomía, el comportamiento y el entorno de las especies prehistóricas. Al analizar los fósiles de estómagos de pterosaurios, los paleontólogos pueden reconstruir aspectos esenciales de su dieta y de sus interacciones ecológicas. Estos análisis también ayudan a comprender cómo ciertas especies coexistían explotando diferentes recursos, lo que contribuye al conocimiento de los ecosistemas antiguos y la evolución de los nichos ecológicos.
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