Investigadores han identificado una nueva molécula compleja en el espacio, llamada cianocoroneno. Se trata de un tipo de hidrocarburo formado por varios anillos de carbono. Este tipo de molécula, muy estable, juega un papel importante en la química de la vida.
Una ilustración del cianocoroneno, la molécula aromática policíclica más grande detectada hasta la fecha. Crédito: NSF/AUI/NSF NRAO/P.Vosteen
El descubrimiento se realizó con el radiotelescopio de Green Bank. Este permitió detectar el cianocoroneno en una región del espacio llamada nube molecular de Tauro, un lugar conocido por su riqueza en moléculas.
Estas moléculas ricas en carbono, llamadas HAP (hidrocarburos aromáticos policíclicos), podrían estar involucradas en la formación de estrellas y planetas. Este hallazgo refuerza la idea de que moléculas orgánicas complejas pueden aparecer mucho antes del nacimiento de un sistema planetario.
Los científicos utilizaron un método de detección muy preciso. Compararon las señales de radio registradas por el telescopio con las obtenidas en laboratorio. Cada molécula tiene una "huella" única, como una firma, lo que permitió confirmar su presencia.
Entender cómo se forman estas moléculas puede iluminar la historia de los componentes básicos de la vida. Los investigadores quieren ahora saber cómo reaccionan a su entorno espacial, especialmente frente a los rayos cósmicos y la luz ultravioleta.
¿Cómo se forman estas moléculas en el espacio?
En el espacio, ciertas zonas frías y densas, las nubes moleculares, ofrecen las condiciones ideales para crear moléculas orgánicas. El polvo presente en estas regiones ayuda a que los átomos se combinen.
A pesar de las condiciones extremas del espacio – temperaturas muy bajas y fuertes radiaciones – pueden producirse reacciones químicas complejas. Moléculas como los cianuros permiten que las estructuras carbonadas se ensamblen, formando compuestos cada vez más grandes, como el cianocoroneno.
Estas moléculas podrían luego viajar por el espacio, hasta ser integradas en planetas en formación. Esto abre la posibilidad de que hayan jugado un papel en el surgimiento de la vida.
¿Por qué se usan radiotelescopios?
Los radiotelescopios captan las ondas de radio emitidas naturalmente por las moléculas en el espacio. Cada molécula emite una frecuencia muy precisa, lo que permite identificarla.
A diferencia de los telescopios clásicos, los radiotelescopios pueden observar a través de las nubes de polvo que ocultan ciertas regiones del espacio. Esto los hace muy útiles para estudiar las zonas donde nacen las estrellas.
Estos instrumentos tan sensibles permiten ahora detectar moléculas cada vez más complejas. Comparando los datos observados con resultados de laboratorio, los científicos pueden identificar con certeza los compuestos presentes en el Universo.