🧐 ¿Las botellas de vidrio están más contaminadas por microplásticos que las de plástico?

Publicado por Adrien,
Fuente: Journal of Food Composition and Analysis
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Investigadores analizaron diversas bebidas, desde agua hasta refrescos, pasando por cerveza y vino. Aquellas en botellas de vidrio presentaban una concentración de microplásticos muy superior a la de los envases plásticos. Este hallazgo contradice las expectativas iniciales de los científicos.

El origen de estas partículas se rastreó hasta las pinturas de los tapones metálicos. La fricción entre las cápsulas durante el almacenamiento libera fragmentos invisibles a simple vista. Estos microplásticos terminan en la bebida, contaminando así su contenido.


Imagen ilustrativa Pixabay

Se probaron métodos de limpieza de tapones para reducir esta contaminación. Un protocolo específico logró disminuir en un 60% la presencia de microplásticos. Esta solución simple podría ser adoptada por los fabricantes para mejorar la calidad de los productos.

El agua, tanto natural como con gas, presenta los niveles más bajos de microplásticos, independientemente del tipo de envase. El vino, por su parte, escapa extrañamente a esta contaminación, incluso cuando se envasa en botellas de vidrio. Las razones de esta excepción aún deben esclarecerse.

Los refrescos y las cervezas son los más afectados por este fenómeno, con altos índices de contaminación. Aunque no se ha identificado ningún riesgo sanitario claro, la presencia de estas partículas plantea interrogantes sobre su impacto a largo plazo.

¿Qué es un microplástico?


Los microplásticos son fragmentos diminutos de plástico, generalmente menores a 5 mm de longitud. Provienen de la degradación de productos plásticos más grandes o se fabrican intencionalmente para ciertos usos.

Estas partículas son omnipresentes en el medio ambiente, desde los océanos hasta el aire que respiramos. Su pequeño tamaño las hace particularmente invasivas, permitiendo una dispersión fácil y una acumulación en diversos ecosistemas.

Los microplásticos pueden absorber contaminantes químicos, aumentando así su potencial tóxico. Su impacto en la salud humana y animal es objeto de numerosas investigaciones, pero aún no se comprende del todo.

La reducción de la producción y uso del plástico es esencial para limitar la propagación de microplásticos. Se están desarrollando alternativas sostenibles y métodos de filtración efectivos para contrarrestar este creciente problema ambiental.

¿Cómo contaminan los microplásticos nuestros alimentos?


Los microplásticos pueden contaminar los alimentos en varias etapas de la cadena de producción. Los envases, los procesos de fabricación e incluso el entorno de cultivo o crianza juegan un papel en esta contaminación.

Las partículas plásticas pueden migrar de los envases a los alimentos, especialmente por efecto del calor o la fricción. Los tapones metálicos de las botellas de vidrio, por ejemplo, liberan microplásticos que se mezclan con el líquido.

Los suelos y aguas contaminados con microplásticos también afectan cultivos y animales de granja. Estas partículas se acumulan en organismos vivos, entrando así en la cadena alimentaria.

Regulaciones más estrictas sobre materiales en contacto con alimentos y métodos de producción más limpios podrían reducir esta contaminación. La concienciación de consumidores e industriales también es crucial para limitar la exposición a microplásticos.
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