Dos importantes erupciones solares ocurrieron en el transcurso de unas horas, potencialmente acompañadas de una eyección de masa coronal (CME) dirigida hacia la Tierra.
La tarde del 2 de mayo, el Sol emitió una poderosa erupción de clase X, la categoría más intensa, interrumpiendo las comunicaciones de radio de onda corta en Australia, Japón y China. Esta erupción alcanzó su pico a las 02h22 GMT y concluyó cinco minutos más tarde. Una segunda erupción, de clase M, ocurrió temprano en la mañana del 3 de mayo alrededor de las 08h00 GMT.
Imágenes de las erupciones solares de clase X.
Estos fenómenos podrían estar acompañados de una eyección de masa coronal (CME), un flujo denso de plasma y campo magnético proyectados al espacio. Tal eyección, si está dirigida hacia la Tierra, podría causar importantes perturbaciones, afectando redes eléctricas, comunicaciones y satélites, al tiempo que ofrecería un espectáculo de auroras intensas en latitudes bajas.
Las erupciones solares se clasifican por intensidad, siendo la clase X la más alta, seguida de las clases M, C, B y A, cada categoría siendo diez veces menos potente que la anterior. El riesgo asociado con estas erupciones aumenta con su intensidad.
La actividad solar, que aumenta al acercarse al máximo solar previsto en el ciclo de 11 años del Sol, sigue siendo un asunto significativo para la tecnología terrestre y espacial. La vigilancia cuidadosa por agencias como la NASA y la NOAA es crucial para prevenir impactos tecnológicos y ambientales de estas potentes erupciones.