La naturaleza está llena de fenómenos asombrosos, y la evolución iterativa es un ejemplo perfecto. Este concepto fascinante se manifiesta de manera espectacular en el râle de Cuvier, también conocido como râle de Aldabra (Dryolimnas cuvieri aldabranus), un ave que ha perdido su capacidad de volar no una, sino dos veces en el curso de la historia. Situado frente a la costa sureste de África, el atolón de Aldabra ofrece un hábitat único para esta especie notable.
El râle de Aldabra, un ave que ha evolucionado para volverse incapaz de volar en dos ocasiones a través de la evolución iterativa. Imagen Wikimedia
A primera vista, el râle de Aldabra podría parecer común. Con un tamaño similar al de un pollo, con el dorso gris moteado, cabeza y pecho de color óxido, y garganta blanca, se distingue sin embargo por una característica sorprendente: es el único ave actualmente incapaz de volar en el océano Índico, sobreviviente de un grupo que una vez incluyó al dodo (Raphus cucullatus). Este estatus único es el resultado de un proceso evolutivo notable, ilustrado por un estudio de 2019 publicado en el Zoological Journal of the Linnean Society.
La historia comienza hace unos 136 000 años, cuando el atolón de Aldabra quedó sumergido, lo que llevó a la extinción de muchas especies, incluida una subespecie de râle incapaz de volar. Cuando el atolón reapareció aproximadamente 18 000 años después, el râle de garganta blanca, capaz de volar, lo recolonizó. Con el tiempo, estos aves evolucionaron nuevamente hacia una forma incapaz de volar, un fenómeno respaldado por el descubrimiento de fósiles de patas más pesadas y robustas que datan de hace unos 100 000 años, indicando una pérdida de la capacidad de vuelo.
Esta evolución hacia la incapacidad de volar parece haber sido ventajosa en este entorno aislado. Las aves, que ponen sus huevos en el suelo, se benefician de patas fuertes para moverse rápidamente desde la eclosión, una ventaja para la supervivencia. La evolución iterativa del râle de Aldabra subraya un aspecto fascinante de la evolución: la capacidad de la naturaleza para seguir caminos similares bajo presiones ambientales similares.
El caso del râle de Aldabra es único en los anales de la biología, representando el único ejemplo conocido de un ave que se convierte en incapaz de volar dos veces a través del mismo ancestro. Este descubrimiento no solo ilustra la plasticidad de la evolución, sino que también resalta la importancia del atolón de Aldabra como un laboratorio natural para el estudio de la dinámica evolutiva.