Una pandemia submarina devastadora está en curso ⚠️
Publicado por Adrien, Fuente:Ecology Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Los océanos de todo el mundo enfrentan una amenaza silenciosa pero devastadora. Un equipo internacional de investigadores ha identificado un patógeno responsable de la muerte masiva de erizos de mar, esenciales para la salud de los arrecifes de coral.
Este descubrimiento alarmante se refiere a un parásito ciliado, identificado como la causa de mortalidades masivas de erizos de mar en el Mar Rojo y cerca de la isla de Reunión en el Océano Índico. Los científicos temen ahora una propagación hacia el Océano Pacífico, donde se encuentran algunos de los mayores arrecifes de coral del mundo.
Grupo Diadema en Zanzíbar. Crédito fotográfico: Universidad de Tel Aviv.
Dirigido por el Dr. Omri Bronstein de la Universidad de Tel Aviv, el estudio publicado en Ecology arroja luz sobre una catástrofe ecológica mayor. Los erizos de mar desempeñan un papel crucial como "jardineros" de los arrecifes, evitando la proliferación de algas que podrían sofocar los corales. Una enfermedad similar ya había diezmado las poblaciones de erizos de mar en el Caribe en 1983, con consecuencias desastrosas para los arrecifes de coral.
En 2022, la enfermedad reapareció en el Caribe, y en 2023, el Dr. Bronstein observó mortalidades masivas en erizos de espinas largas en el Mar Rojo. Las tasas de mortalidad alcanzaron hasta el 100% en algunas zonas, señalando una emergencia ecológica sin precedentes.
Gracias a herramientas genéticas, el equipo confirmó que el mismo parásito es responsable de las mortalidades en el Mar Rojo y cerca de la isla de Reunión. Este descubrimiento subraya la naturaleza pandémica de la enfermedad, con tasas de mortalidad superiores al 90% en regiones críticas para los arrecifes de coral.
Para seguir la progresión de esta pandemia, el Dr. Bronstein ha establecido una red internacional de colaboradores. Esta red tiene como objetivo monitorear los eventos de mortalidad y recolectar muestras para su análisis, con la esperanza de comprender y limitar la propagación del patógeno.
En paralelo, se ha lanzado un programa de reproducción de erizos de mar en el Acuario de Israel en Jerusalén, en colaboración con el Zoológico Bíblico y la Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel. Este programa busca crear una reserva genética para la rehabilitación de las poblaciones afectadas y desarrollar herramientas de detección temprana de la enfermedad.
Erizo de mar infectado en Reunión. Crédito fotográfico: Jean-Pascal Quod.
El Dr. Bronstein y su equipo también están trabajando en "pruebas COVID submarinas" para los erizos de mar, permitiendo la detección temprana del patógeno a partir de muestras de agua de mar. Estos esfuerzos representan una esperanza para la preservación de los arrecifes de coral frente a esta amenaza global.
¿Cuál es el papel de los erizos de mar en los ecosistemas coralinos?
Los erizos de mar desempeñan un papel crucial en los ecosistemas coralinos al actuar como "jardineros". Se alimentan de algas, evitando así su proliferación excesiva, lo que podría sofocar los corales. Esta relación simbiótica permite que los corales reciban suficiente luz para su crecimiento y supervivencia.
Sin los erizos de mar, las algas pueden dominar los arrecifes, transformando estos ecosistemas ricos en biodiversidad en zonas dominadas por algas. Este cambio tiene consecuencias desastrosas para la fauna y flora marinas que dependen de los arrecifes de coral para su hábitat y alimento.
La desaparición de los erizos de mar puede, por lo tanto, provocar un declive rápido de la salud de los arrecifes de coral, con impactos a largo plazo en la biodiversidad marina y las comunidades humanas que dependen de estos ecosistemas para su subsistencia y protección costera.
¿Cómo influyen los cambios climáticos en las enfermedades marinas?
Los cambios climáticos pueden exacerbar la virulencia de los patógenos marinos al alterar las condiciones ambientales. El aumento de las temperaturas del agua, la acidificación de los océanos y las modificaciones de las corrientes marinas pueden estresar a los organismos marinos, haciéndolos más vulnerables a las enfermedades.
Estos cambios también pueden favorecer la proliferación de patógenos, creando condiciones propicias para su crecimiento y propagación. Por ejemplo, temperaturas más altas pueden acelerar el ciclo de vida de los parásitos, aumentando su tasa de reproducción y su capacidad para infectar nuevos huéspedes.
Además, los cambios climáticos pueden facilitar la dispersión de patógenos a través de los océanos, modificando las rutas de migración de las especies marinas y aumentando las interacciones entre poblaciones que antes estaban aisladas. Esto puede conducir a la aparición de nuevas enfermedades y a la reaparición de enfermedades antiguas en regiones donde antes estaban ausentes.